10 de febrero de 2011

Primos

"Primos", una comedia de Daniel Sánchez Arévalo.




Os mentiría si no os dijese que ayer fui al cine rodeado de dudas en torno a esta película que enumero a continuación:
  1. Vengo de ver hace poco "AzulOscuroCasiNegro", del mismo director, y me pareció un drama genial, lo cual me desconcertaba y me hacía pensar que, siendo tan bueno en dramas, en comedia lo más seguro es que flojease o por lo menos no llegase al nivel de los dramas.
  2. Es española. Me duele tener esta idea, pero desde hace mucho tiempo hablar de comedia española es hablar de desnudos porque sí y sexo gratuito, además de exagerar la cutrez como definición del personaje español de a pié. Estas son las fórmulas para atraer público a guiones vacíos.
  3. Sinopsis típica. Al protagonista le dejan tirado en el altar y sale en busca de su ex novia acompañado de sus primos (protagonista medio tonto y secundarios peculiares, el cachondo chulito y el pupas).

Con esto en la cabeza, y tras haber visto el trailer, el cómo se hizo y el principio que se presentó al festival notodofilmfest, me enfrenté a la pantalla blanca desde mi butaca.


Quim Gutiérrez en un genial primer plano, va hablando mientras se emociona en el altar. El plano general de la iglesia en su debido momento y el porqué del viaje es la carta de presentación en esta película. Empieza con ganas, el comienzo te tiene que dar la sensación de que estás ahí por algo y "Primos" lo consigue con creces.

Tras la introducción unos cuantos planos que me hicieron flipar con la fotografía. Juan Carlos Gómez, que fue quien la llevó esta vez, ha realizado un grandísimo trabajo. Se muestra Comillas de lejos, de cerca, desde arriba, desde abajo, encuadres perfectos en la mayoría de las ocasiones tanto del pueblo como de los personajes. En muchos de ellos dan ganas de pausar la película y quedarte un rato mirando. Sin embargo hay una escena que no me convence: En el momento donde Raúl Arévalo y Antonio de la Torre pelean antes de coger por primera vez el cadillac, para mi gusto, se quedó un poco a media distancia. Eso sí, de diez la escena de los Backstreet Primos, a medio camino entre película (por los planos del público) y videoclip.

Sonido bueno en general, incluyendo banda sonora. La escena de paquito el chocolatero me dejó un poco frío, me esperaba más contraste desde que Raúl oye la música hasta que la cantan, la orquesta se acerca y luego se alejan, y hay muy poca variación de volumen. Un premio para los tres protagonistas por su interpretación en el escenario, en especial la voz de Adrián Lastra es espectacular el final.

Guión, una de mis mayores sorpresas. El guión es estupendo, no es la famosa guarrada cómica española ni la colección de gags estúpidos de las comedias americanas. Tiene sus chistes, pero sin excederse, por lo que no hunde la trama como muchas otras películas. Por otro lado, quitando los chistes, hay tramas serias. La que más, la de Antonio de la Torre y Clara Lago que se muestra perfectamente y te convence de que lo que estás viendo no es comedia por comedia, sino que la película tiene muchas cosas que contar.


Todos los videos se han extraido del canal de la película http://www.youtube.com/user/primoslapelicula

Actores, ¿correctos? correctísimos. Los mejores Raúl Arévalo y Antonio de la Torre. De Raúl destaco el momento en que sube empapado a la casa de Clara Lago y su solo en el escenario con los Backstreet Primos. De Antonio de la Torre el encuentro en el bar con Raúl Arévalo, la conversación con su hija y el momento de la pesca.

Después de éstos, en calidad, llega Quim Gutierrez. Quim está excepcional en escenas como la inicial en la iglesia, pero no me convence en otras en la que parece que va a distinto ritmo con respecto a los demás actores. Un ejemplo es la escena donde habla con Nuria Gago mientras esperan el resultado del test, Quim habla a un ritmo mayor que Nuria. ¿Fallo del actor o de la dirección de actores? Por otro lado, cuando bajan de la casa hacia el pueblo y los primos debaten sobre el hijo de Inma Cuesta, Quim corta a Adrián unas cuantas veces, pero no entra a tiempo, sino que tarda y se nota.

Adrián Lastra está también a la altura de su personaje. Muy muy bueno en la mayoría de las escenas, sobre todo al principio cuando escapa por Comillas y en el escenario. Pero hay momentos en los que le falta aumentar el nerviosismo como hipocondriaco que es.

El resto del reparto no se queda atrás, Inma Cuesta tiene una actuación muy natural, Marcos Ruiz perfecto con su papel de pillo y (mini) hipocondriaco, Clara Lago borda un papel que considero difícil, el de inseguridad con su padre, Nuria Gago clava su papel y por último Alicia Rubio que también se muestra excepcional y a la que solo saco un pero: que fuese más histérica.

Por último, la dirección, correcta. Como dije antes hay un problema de ritmo con Quim que yo achacaría a la dirección de actores. Además de esto, en la escena de Adrián y Marcos en el barco pirata marea. Tiene muchos cambios de plano en poco tiempo, y, unido al movimiento del propio barco, se acentúa. Al final de la película ya sabemos que Adrián y Marcos son hipocondriacos, no hace falta que el público se sienta así en ese momento, en todo caso, cuando se quiere hacer sentir al espectador lo que siente un personaje, se debería hacer al principio, como presentación, no como conclusión.

Se me hacía lenta algunas veces en los primeros 40 minutos (lo digo de memoria porque no miré nunca el reloj en la película) pero después se centraba en el ritmo y se seguía mejor. Y también peca en las transiciones durante esos primeros minutos, en los que se hace tres veces de la misma manera, voz en off hasta mostrar la siguiente secuencia. A veces excesivo la duración del solapamiento.

Y en cuanto a cosas "malas", 97 minutos me parece una duración válida, pero 10 más la harían extraordinaria.

Son 4 pinceladas cortas frente al resto del metraje en el que se demuestra con creces la gran calidad de la dirección. Desde el principio hasta la (va con mayúsculas, subrayada, en negrita y cursiva) ESCENA DE LOS CRÉDITOS. Muchos seguimos masticando ese sobao.

Puntuaré, además, lo difícil que tiene que ser rodar esta película por Daniel Sánchez Arévalo, que en su diario de rodaje explicó su agorafobia.

Concluyendo y resumiendo todo lo que he explicado en dos dígitos, nota final: 7'8.

Este es el final de un rodaje bien hecho:

1 de febrero de 2011

Entre pitos y flautas, Mozart.

Rodrigo Cortés me ha picado. 

Ayer, a Rodrigo Cortés, director de la exitosa "Buried", se le ocurrió plantear una historia un tanto extraña a sus seguidores sobre Wolfgang Amadeus Mozart. Muchos fuimos los que dimos ideas para pasar un rato divertido y hasta se propusieron títulos como "Wolf! Gang! Bang". 

Esta vez, Mozart se defiende del ataque de los vampiros como puede, liderados, posiblemente por su archi enemigo Salieri. Para ello, Mozart cuenta con un arma muy potente que se esconde dentro de una pequeña pelotita similar a un huevo de Fabergé y que se lanza contra el contrario accionando un simple mecanismo. Este arma es una especie de mascota de forma similar a un pollo al que ha bautizado como Papageno.

A mi me entraban las ganas de actualizar el blog por momentos, y era una buena oportunidad, pero claro, eso sería robarle parte de la historia al señor Rodrigo Cortés.

Aún así, no me iba a quedar con las ganas de escribir. Me desplacé en la historia a un momento que quizás Rodrigo no se había planteado. Intentaré darle el formato similar a un guión, aunque blogger no me permita usar el "oficial", y mil perdones a los puristas si fallo como aficionado en mi primer amago de guión.

 

Se acercan las 7 de la tarde. Leopoldo busca a su hijo Wolfgang por toda la casa. Wolfgang se esconde en el retrete comunitario de la casa.

LEOPOLDO
(nervioso recorriendo la casa)
Wolfgang?! Wolfgang?! Por Dios, ¿dónde te has metido?

WOLFGANG
(susurrando, mientras piensa)
Si... la...sol... no, sol sostenido... eso es, sol sostenido

LEOPOLDO
(aporreando la puerta)
Wolfgang, ¿qué haces ahí? ¡llevas horas! Maldita sea.

WOLFGANG
(continúa susurrando)
Si, la, sol sostenido, la... la.... ¡do! perfecto. ¡¡Ahora voy padre!!

LEOPOLDO
Abre la puerta ahora mismo, Wolfgang

WOLFGANG
(apurado)
¡Un momento!

LEOPOLDO
¡He dicho que abras!

WOLFGANG
(abriendo la puerta y recogiendo papeles por el suelo)
Ya está, ya está, ya salgo, tranquilícese, padre.

LEOPOLDO
¿Se puede saber que hacías ahí dentro, Wolfgang? con tanto papel, déjame ver.

WOLFGANG
No, no está terminada, no...

LEOPOLDO
(arrancándole de las manos los papeles a Wolfgang)
¡Trae!

(Leyéndolos)
Aja... muy bonito... turca, ¿marcha turca? ¿pero donde tienes la cabeza? ¿a esto te dedicas? Se me ocurren mejores sitios que un retrete comunitario para componer, la verdad. ¿Y este dibujo de aquí? ¿Un pollo gigante?

WOLFGANG
(nervioso e ilusionado)
¡¡Ese es Papageno!! Es genial, es un hombre pájaro, y tiene.. y tiene... bueno todavía lo tengo que escribir, y dibujar, pero es una historia muy buena. Tendrá una protagonista a la que persigue, y se rodeará de un mundo fantástico, y...

LEOPOLDO
(cortando a Wolfgan, enfadado)
Papageno... Papageno... Pa... pamplinas, ¿en qué tienes la cabeza Wolfgang? ¿Te burlas de la música?

(cogiendo de los hombros a Wolfgang)
Wolfgang hijo, la música es una cosa muy seria, la gente se emociona, entristece o se alegra escuchando grandes obras que se compusieron con gran dedicación, ayudados por clavicordios, pianos, órganos, gran cantidad de instrumentos, cuidando cada uno de los detalles y rozando la perfección. Horas, horas y horas, pensando cómo resolver un final, un enjambre de ligados, puntillos, ritmos, matices, tonalidades, voces!!! Una gran obra, Wolfgang, no es un juego de niños como tú. Los niños inventan historias sin sentido como diversión, escapando a la realidad. Una ópera, teatro o juego de marionetas como ese estúpido pollo, Papaneto, o como se llame...

WOLFGANG
(interrumpiendo)
Papageno

LEOPOLDO
(cortando a Wolfgang)
Lo que quieras, un pollo no refleja emociones que la gente pueda sentir. ¿Cómo expresarías el amor, el odio, la amistad, la desesperación, la ilusión o la cobardía con un muñeco de pico rígido y que se mueve a trompicones, Wolfgang? No pierdas el tiempo con historias de críos que no llegan a ninguna parte. Estás creciendo, Wolfgang. A tu edad deberías interesarte más por la realidad que andar jugando. No te puedes dedicar a clavar cáscaras de pistachos y cacahuetes a una patata toda tu vida. Es divertido, pero ese señor don patata no te dará de comer ¿No te parece?

WOLFGANG
(triste y girándose)
Lo entiendo...Está bien, está bien. Lo aparto. Seguramente tenga razón, padre. Es una idea demasiado infantil. Debería dejar de lado los cuentos y los juguetes...

Wolfgang se aleja por el pasillo. El reloj de cuco marca las siete de la tarde.

LEOPOLDO
(sonríe, pero al oír al cuco se le ocurre una idea y se marcha susurrando)
Juguetes... hummm... sí.. ¿por qué no completar la orquesta, con juguetes? ¡Ese reloj de cuco encajaría a la perfección! Oda a los juguetes, o mejor aún, sinfonía. Sí, mejor sinfonía de los juguetes. ¡Oh!

(buscando a Wolfgang de nuevo)
¡¡Wolfgang, Wolfgang!! ¿Dónde tienes tus silbatos? ¿Me los dejas?