Recuerdos, todo se reduce a recuerdos, te acuerdas de cuando corríamos por las calles saltando las lineas de los pasos de cebra? Y ahora cual pisamos, las lineas negras o las blancas? o cuando jugabamos a saltar de hoja en hoja sin poder pisar los adoquines de las aceras? Y de la vez que descubriste que algunas piedras pintaban sobre el suelo y te ponias a hacer lineas sin ningun sentido o dibujar estrellas? No te acuerdas de las famosas sopas de tu madre que tenian pasta flotando y q cada una era una letra y tu te divertias haciendo palabras en el borde del plato? Cuando fue la primera vez que te interesaste por las carreras de chapas y veias como en tus uñas aparecian manchas blancas por jugar tanto? Y recuerdas cuando ponias un bloque de mochilas apliadas para formar un poste? y las discusiones de despues de si habia entrado o no habia entrado?
Recuerdas las pandillas en el patio, los juegos de frontón, tus primeras poesias en la esquina del cuaderno, los dibujos que hacias sobre los cuadros de tu libro de historia? Te acuerdas de la primera vez que te explicaron la célula, los fonemas, los lexemas, los monemas? Y de los dictados, las tildes, las "b" y las "v"? Las chicas saltando a la comba, el puesto de helados de delante de tu colegio, las fiestas que hacian en ellos, donde cuando eras enano te disfrazabas y repartian medallas a la mejor redacción por cursos? Recuerdas esas excursiones con tus profesores por ahi repitiendo cada año el sitio de destino?
Y que pasó al final, entraste en el módulo que te gustaba o en la universidad? Llegaste tarde el primer dia de clase y viste que no importaba, que no pasaban lista? Te acuerdas de las veces que no fuiste a clase por estar tomandote algo en la cafetería? Y de las veces que fuiste a clase por no estar tomandote algo en la cafeteria? Te acuerdas de las cosas que has ganado durante los años?
Pues no se si os pasará pero mi mejor libro de texto ha sido la propia vida, la gente que he conocido y que me falta por conocer, lo que he ido aprendiendo sobre mi y sobre los demás, las decisiones que tomas, las cosas que haces y que dejas de hacer, la organización, las ganas de vivir, los amigos, las amigas, las mañanas, las tardes y sobre todo las noches, las películas, las fotografias, los detalles, los regalos dados y los regalos recibidos, las llamadas de teléfono, las canciones, las letras de las canciones, la forma de vida de aquellos que te cruzas por la calle, las miradas con los demás.....
Todas las historias que pasan a lo largo de tu vida que luego se quedan como recuerdos han sido tu base de vida, el conocimiento por experiencia. Para mí es realmente importante saber vivir, incluso más que tener un papel que diga que has estudiado tanto. Una persona que tenga cinco titulos por no salir de su casa en 20 años sabrá mucho sobre los temas que ha cursado pero se le ha olvidado lo principal, ser persona.
La vida es para vivirla y no es un tópico, es una realidad, y es lo más preciado que tienes, no es normal que aprendas también sobre ella? Sigue creciendo, sigue aprendiendo, sigue llenando tu vida de bonitos futuros recuerdos.
25 de julio de 2006
23 de enero de 2006
Recuerdo aquello que no viví
Ahora que es más tarde que pronto te diré lo que en mi vida contigo no se llegó a cumplir y, sin embargo, guardo y abrazo aquellos momentos como mis más bonitos recuerdos. Expongo, sin ganas de ofender, pero por no callarme de pena, algunas vivencias no vividas, aquellos pasados por pasar y que seguramente a tí te gustaría poder recordar. Quizás contestes, sin venir a cuento, que te gustaría que se repitiese lo que nunca pasó por primera vez, como si no hubiese pasado el tiempo o, triste de ti, pudieses manejarlo con el mismo antojo con el que lo hacías conmigo. Sin embargo estas son las historias que antes de tejerse desihiciste tirando del hilo creyendo jugar con aquello que ni siquiera debiste llegar a tocar.
(Continuará..... o continuó)
02 enero 2006
No obviaré detalles, escribiré según me acuerde de esos segundos que cambiaron mi vida y es posible que te la cambien a tí. Quizás no te acuerdes de aquel día que, perdidos, pasamos aquella noche en la orilla de un rio que acababa de nacer en las montañas, sentados en una piedra mirando a las aguas. Nunca pensamos en la necesidad de ser encontrados, al contrario, nunca nos sentimos tan acompañados estando tan solos.
No creo que recuerdes el momento en que viste en el río un lienzo en el que pintar, y así, cogiendo una rama del suelo, tocaste el agua con un extremo y empezaste a dibujar montañas que se perdían con el paso de la corriente.
Buscaste las estrellas, como terminar aquel paisaje incompleto que parecía vivo por el movimiento y hallaste la solución acompañada de un deseo. Soplaste un diente de león, esparciendo tus estrellas por el cielo improvisado.
Tras unos segundos sin encontrar una forma de pintar la luna me miraste y me dijiste con una sonrisa:
- Supongamos que la luna no se ve, hay luna nueva
-Lo más dificil de pintar ya estaba en tu cuadro - Te contesté, girandote la cabeza para que vieses tu reflejo en el río - Esta noche tenemos la más bella luna llena
25 julio 2006
Recuerdo con entusiasmo tu sonrisa, como te conformabas con cualquier cosa, como mirabas a lo más profundo del corazón y sobre todo, como me lo demostraste.
Aquella navidad quise comprarte el mejor regalo que pudiese encontrar y llevaba tiempo buscándolo. Mi error fue no tener en cuenta lo sencilla que eras, tal vez tu mejor cualidad, al menos la que más me gustaba de ti.
Notaste mis intenciones como si fuese un mal jugador de poker y, asustada, buscaste una forma de impedirme que comprase algo excesivamente caro.
En el momento que me decidí a comprar tu regalo, fuí a la tienda a comprarlo y cuando estaba dispuesto a pagar, abrí mi chequera viendo que todos y cada uno de los cheques estaban firmados por tí y en el apartado del valor indicaba: "Te quiero"
No solo me impediste pagar al no tener cheques, sino que me hiciste que valías mucho más que lo que yo jamás podría comprar.
Seguro que no te acuerdas, pero para mí fue una de las mejores demostraciones de que el amor no se compra con dinero, como mucho lo que te cobra es unos cuantos "te quieros".
Afirmaré rotundamente lo bonito que este amor podria haber llegado a ser con la misma insistencia con la que no me animaste en mis malos momentos.
Aquellas frases que no dijiste y que por ello no te pude nunca agredecer que me dijeras. "Insiste aunque sea imposible, nunca luchar por una meta fue una estupidez. Mira como el mar intenta robarle las estrellas al cielo con sus olas y aún así no hay noche que no lo intente" , "No hay peor defecto que ser el mejor en algo y por ello no hay gente mejor que nadie, en todo caso peor" o incluso "Gracias"...
Y al final... lo mejor de todo es que a mí me queda un buen recuerdo y a tí, lo más seguro, ganas de haberlo vivido como yo lo hice. Es por eso que termino esta carta el 14 de febrero, día de los enamorados y de las palabras románticas, dándote las gracias puesto que estas historias, sin tí, seguramente ni siquiera las hubiese podido recordar.
Mis más sinceros deseos
(Continuará..... o continuó)
02 enero 2006
No obviaré detalles, escribiré según me acuerde de esos segundos que cambiaron mi vida y es posible que te la cambien a tí. Quizás no te acuerdes de aquel día que, perdidos, pasamos aquella noche en la orilla de un rio que acababa de nacer en las montañas, sentados en una piedra mirando a las aguas. Nunca pensamos en la necesidad de ser encontrados, al contrario, nunca nos sentimos tan acompañados estando tan solos.
No creo que recuerdes el momento en que viste en el río un lienzo en el que pintar, y así, cogiendo una rama del suelo, tocaste el agua con un extremo y empezaste a dibujar montañas que se perdían con el paso de la corriente.
Buscaste las estrellas, como terminar aquel paisaje incompleto que parecía vivo por el movimiento y hallaste la solución acompañada de un deseo. Soplaste un diente de león, esparciendo tus estrellas por el cielo improvisado.
Tras unos segundos sin encontrar una forma de pintar la luna me miraste y me dijiste con una sonrisa:
- Supongamos que la luna no se ve, hay luna nueva
-Lo más dificil de pintar ya estaba en tu cuadro - Te contesté, girandote la cabeza para que vieses tu reflejo en el río - Esta noche tenemos la más bella luna llena
25 julio 2006
Recuerdo con entusiasmo tu sonrisa, como te conformabas con cualquier cosa, como mirabas a lo más profundo del corazón y sobre todo, como me lo demostraste.
Aquella navidad quise comprarte el mejor regalo que pudiese encontrar y llevaba tiempo buscándolo. Mi error fue no tener en cuenta lo sencilla que eras, tal vez tu mejor cualidad, al menos la que más me gustaba de ti.
Notaste mis intenciones como si fuese un mal jugador de poker y, asustada, buscaste una forma de impedirme que comprase algo excesivamente caro.
En el momento que me decidí a comprar tu regalo, fuí a la tienda a comprarlo y cuando estaba dispuesto a pagar, abrí mi chequera viendo que todos y cada uno de los cheques estaban firmados por tí y en el apartado del valor indicaba: "Te quiero"
No solo me impediste pagar al no tener cheques, sino que me hiciste que valías mucho más que lo que yo jamás podría comprar.
Seguro que no te acuerdas, pero para mí fue una de las mejores demostraciones de que el amor no se compra con dinero, como mucho lo que te cobra es unos cuantos "te quieros".
Afirmaré rotundamente lo bonito que este amor podria haber llegado a ser con la misma insistencia con la que no me animaste en mis malos momentos.
Aquellas frases que no dijiste y que por ello no te pude nunca agredecer que me dijeras. "Insiste aunque sea imposible, nunca luchar por una meta fue una estupidez. Mira como el mar intenta robarle las estrellas al cielo con sus olas y aún así no hay noche que no lo intente" , "No hay peor defecto que ser el mejor en algo y por ello no hay gente mejor que nadie, en todo caso peor" o incluso "Gracias"...
Y al final... lo mejor de todo es que a mí me queda un buen recuerdo y a tí, lo más seguro, ganas de haberlo vivido como yo lo hice. Es por eso que termino esta carta el 14 de febrero, día de los enamorados y de las palabras románticas, dándote las gracias puesto que estas historias, sin tí, seguramente ni siquiera las hubiese podido recordar.
Mis más sinceros deseos
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