Fuiks: Oye, ¿quedamos en la esquina de mi casa a las 8?
Pruden: Perfecto, allí nos vemos. A ver si puedes estar puntual y pillamos un buen sitio.
Fuiks: Ok, ¡hasta luego!
Y nos dieron...... las 5, las 6, las 7 y las 8. Y tras la buena siesta que me eché en el sofá vino la ducha, interrumpida por el cobarde teléfono que no se atreve a sonar cuando estás fuera.
Las 8 y yo con el pelo lleno de espuma, como dios me trajo al mundo bajo un chorro de agua templada (obvio, no acostumbro a ducharme en traje de baño). Me enjuago, me lavo los dientes, me visto y salgo corriendo del baño. Me encuentro a mi madre que acababa de hacer una tortilla para tomar antes de salir. "No me da tiempo, mamá, os espero abajo, no tardeis" - le dije. Y antes de que me contestase ya había cerrado la puerta de casa y llamado al ascensor.
Llegué tarde a donde había quedado con Pruden y Sara, pero faltaba esperar por mis padres, por dos amigos y el tío de uno de ellos.
Conseguimos reunir a toda la tropa y emprendimos la marcha, rumbo al Bernabeu. Objetivo: Concierto de Bruce Springsteen y la E Street Band.
Una cosa de la que siempre estaré seguro es que llegues cuando llegues puedes estar cerquita del escenario. El concierto empezaba a las 9 y media, la apertura de puertas era a las 6. Bien nosotros salimos de la famosa esquina a las 8 y media. Por ahora estamos en esta posición.
Dan las 9 y media de la noche, no se mueve nada, se han subido hace cuarto de hora los de las luces y están disfrutando de las vistas, porque ahí arriba poco más puedes hacer. La gente comienza a silbar y mientras no salen decidimos hacer la ola en el bernabeu. Cinco vueltas completas al estadio, con la parte superior un tanto vacía, los dos anfiteatros llenos y el cesped también, era una pasada verla moverse dando vueltas. Y así hasta las 10 y 5 que nuestro jefe decidió aparecer despues de una rápida presentación a cargo de Javier Bardem.
Tras el primer tema Night, suena la alarma de que empieza la fiesta, Radio Nowhere. Como siempre levanta a la gente y los hace botar y dar palmas. Era el arranque de un gran concierto concluyendolo con un saludo en español y, detallazo el suyo, felicitaciones "a los campeones de Europa".
Tras Lonesome Day, Promise Land y Spirit in the night, donde presenta a su armónica y se mueve de izquierda a derecha por el escenario dejándose tocar por los fans de las primeras filas llega una versión del clásico Summertime Blues. Con un comienzo muy parecido a Light of Day, una de mis favoritas que sin embargo no llegó a tocar.
Continúa sin descanso con Brilliant Disguise (a duo con Patti, a la que se le cae la lagrimita) y con The River derrite al público y se los mete en el bolsillito del bolsillo (porque en el bolsillo ya nos tenía). Y se toma su tiempo para ir recogiendo carteles de las peticiones de los espectadores que hoy se verán afectados por la temida tortículis de mirar tanto para arriba.
Entre ellos un cartel que pone: Cover me.
- Hey Steve!!!!! - grita - ¡¡Mira esto!! - y le enseña la parte de detrás del cartel.
Tras provocar las risas de la E Street Band, Bruce lo enseña a la cámara y se puede leer: ¡¡Play la bamba!!
El mensaje queda como anécdota y el concierto continúa con Cover Me, como rezaba la petición, seguida de Trapped, No Surrender, Out in the night y, para mi sorpresa, Because the night, que no la tocó en ninguno de los cuatro conciertos a los que he asistido. Impecable el solo de Nils Lofgren.
Después de Cadillac Ranch, dedica unas palabras a América por "recortes en los derechos civiles" antes de sonar Livin' in the future. Sin tiempo a descansar continúa con Mary's Place, la mejor canción de los últimos para mover al público. Y vaya si lo movió. Se movió él, se movió la banda al completo, las cámaras y el público siguiendolo a todas partes. Los conciertos de Bruce Springsteen deberían ser un complemento indispensable para las dietas.
Con estas mareas Pruden y yo aprovechamos para acercarnos un poquito más.... lo justo para verlo a esta distancia:
Pero esto no acaba aquí. Tunnel of Love, The Rising, Last to die, Long Walk Home (con estrofa cantada por Steve Van Zandt, gran Soprano) y Badlands para culminar aproximadamente dos horas de concierto.
Pero la gente quería más, faltaban muchos temas por tocar y Bruce nunca deja atrás a sus fans y siempre regala una buena dosis de bises. Enfundándose de nuevo la guitarra, volvieron a tocar.
Esta vez Jungleland avisó de que no iba a tocar Thunder Road (ya la tocó en Noviembre) y Clarence se olvidó de que tenía que tocar su solo de saxo. La banda repitió una vuelta de nuevo para que Big Man pudiese coger su saxo y entonces sí, tocó el famoso solo de Jungleland acompañado de un impecable Roy Bittan al piano.
Seven nights to rock avisó que la noche todavía no se había terminado y que a Bruce todavía le quedaban fuerzas para correr como no podía ser de otra forma con Born to Run. La gente acompañaba a los coros al igual que hizo antes con Badlands, dejó que el público se recrease y continuó con Bobby Jean.
Hora de bailar, Bruce buscó a Courtney Cox e invitó a bailar a una muchacha de coletas su famoso Dancing in the Dark. Después de unos compases la cogió en brazos y la "devolvió" a su novio que miraba desde la primera fila.
American Land era el último tema. El clásico irlandés (de los irlandeses que emigraron a USA) que Bruce se permite dar un toque eléctrico.
Tras American Land, el público se disponía a despedirle pero antes de saludar y presentar a la banda, se permitió el lujo de hacer una versión de un tema que le habían pedido y que creíamos una anécdota: La Bamba o Twist & Shout. Durante más de 10 minutos.
Como muestra, un botón de 28 segundos que pude grabar:
2 comentarios:
ACTUALIZA!
ACTUALIZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Publicar un comentario