27 de febrero de 2009

Por favor, vuelva usted mañana

El martes fue un mal día. Yo no lo sabía, pero venía siendo un mal día desde el fin de semana. Sin embargo no lo supe hasta el martes, cuando me avisó una profesora de mi universidad (gracias Susana) y me comentó que un compañero con el que compartí mi carrera había sufrido un grave accidente el fin de semana.

Poco se sabía en aquel momento, solamente que mi compañero estaba muy grave en el hospital con los médicos trabajando a su alrededor mientras intentábamos informarnos sobre su estado de salud.

Yo me bloqueaba, no sabía por donde tirar y mientras buscaba alguna forma de tener noticias de Antonio, decidí comunicárselo a los compañeros de universidad de los que todavía conservo sus direcciones y móviles.

Los segundos pasaron como horas, y el boca a boca tardaba en funcionar porque no le dábamos tiempo. Gracias a los hermanos de nuestro compañero, a la universidad y a los amigos cercanos fuimos conociendo detalles del estado de Antonio.

Os voy a contar como es Antonio, la razón por la que la facultad de informática de la autónoma nunca dejó de sonreir.

Conocí a Toni en 2º de universidad, compartíamos asignaturas. Desde el primer día, la impresión que daba era de ser un chico muy majo que le quitaba hierro a todos los asuntos con chistes punzantes y cortos.

Lograba distraerte cuando estabas agobiado, siempre estaba ahí cuando intentábamos solucionar problemas de las teóricas preparando exámenes, programando hasta altas horas de la madrugada animándonos a través de una ventana de messenger, compartimos tardes de duras clases tirados en el césped de la universidad, tutorías, revisiones de exámenes, paréntesis de LISP... malditos paréntesis...exámenes de IC con "francotiradores", como les llamábamos... chistes de extintores en alguna página web... ¿cuántas anécdotas hay de la universidad? Tenemos que empezar a escribir las memorias.

Y sobre todo compartíamos suspensos con largas charlas en el tablón de notas. Antonio consolaba a todos aquellos amigos a los que nos desanimaban nuestros resultados incluso cuando su nota era peor que las nuestras.

Pese a todo, tanto Antonio como yo conseguimos terminar la carrera. Por los ánimos que le debo a Toni debería decir que él acabó su carrera y 1/4 de la mía. Señor Antonio desde ese día. Un título que se había ganado desde el primer minuto por su espléndida forma de ser.

A partir de ahí, comenzamos a trabajar cada uno por su lado. Ya no nos veíamos pero continuábamos en contacto a través de messenger y tuenti hasta la semana pasada.

Ayer recibí de nuevo noticias sobre el estado de Toni. Se está recuperando. Las noticias que me llegaban eran positivas, muy muy positivas. Leía el email con emoción y hasta se me escapaba alguna lagrimilla en el trabajo. Antonio, acababas de mandar a la basura la imagen de tipo duro que pretendía dar en mi trabajo, pero jamás me alegraré tanto de que lo hayas conseguido.

Cuento los días en los que podré volver a discutir contigo, como hicimos la semana pasada, del que es tu único defecto: Ser madridista.

Robando una frase a Larra, repetimos cada día, "por favor, vuelva usted mañana". Estamos con usted y te esperamos, Don Antonio.

17 de febrero de 2009

Y tú, ¿eres capaz de sonreír?

Venga ya, no me digas que no. Además no se necesita buscar ningún motivo para sonreír, es más fácil de lo que parece. Vete a tu cuarto de baño, mírate al espejo y sácate la lengua..... ¡con fuerza y rabia!....dos veces, tres veces....mientras piensas: "¿por qué hago el tonto?"


Hace tiempo que se me ocurrió esa frase, y la escribí la primera página de un cuaderno de biología. Era una simple frase, pero cada vez que abría el cuaderno, lo leía y probaba a sonreír. Lo conseguí todas las veces que abrí ese cuaderno. Posiblemente no me sirviera para mucho ya que no necesitaba ganas para estudiar biología, siempre me encantó.

Más adelante, tras conocer a Eva y compartir todo lo que compartimos hoy en día, me dí cuenta de lo importante que es una sonrisa con legañas cada vez que suena el despertador. ¿La solución completa a todos mis problemas? Ojalá, es una principal condición para poder solucionarlos.

El ánimo es indispensable y ser optimista me ha ayudado muchísimo. Lo siento por Sartre, pero "un optimista no es un pesimista mal informado", yo opino justo lo contrario.

Todo esto viene a que estos días he estado tirando de videoteca (llámalo videoteca, llámalo youtube) y me encontrado con vídeos de gente que se ha preocupado por animar a los demás.

El primer vídeo que conocí fue el de "Abrazos gratis". A este vídeo le surgieron enseguida gran cantidad de seguidores que repitieron la experiencia alrededor del mundo.






Después vi tres vídeos de un documental: "Tocando para el cambio". Son varias personas que tocan y cantan cada uno desde una parte del mundo. Me puso la piel de gallina. Las últimas me llevaron de vuelta al reggae.



Stand by me


One love


Don't Worry



Y al llegar al reggae me acordé de la película "Soy leyenda". Will Smith se animaba con una canción para superar la soledad. La canción se llama "Three little birds" y es de Bob Marley, y dice así:







"Soy leyenda" no es la única película. En cualquiera sobre guerras te puedes encontrar unas cuantas escenas tratando de motivar. Una película plagada de estos momentos es "La vida es bella". Quién no se acuerda también de los discursos de Gibson a sus tropas en "Braveheart" o de Brad Pitt en "Troya". Si juntamos todos, podemos obtener algo curioso:







Como último recurso, siempre me quedan los libros (ya sabéis que no consigo hacer de la lectura una afición). Pero en mi cabecera nunca faltan la recopilación de letras de Sabina, con una página marcada, la de "Más de cien mentiras". Aquí tenéis la letra de esta maravillosa canción.



Espero que lo disfruteis igual que yo. ¡Hasta la próxima!