30 de diciembre de 2011

Los cuentos no son historias de críos

Es cierto aquello de que la mayor parte del tiempo la gastamos imaginando qué vas a ser en un futuro, discurriendo cual será nuestra vida perfecta y cómo podemos llegar a ese punto, pese a ser consciente de que nada va a ocurrir tal y como lo planeas y menos a tan largo plazo.

Al llegar cierta edad, el futuro que te imaginabas dista mucho de lo que estás viviendo realmente, pero aún así, vives un momento que no cambiarías por nada. La mezcla entre suerte (buena y mala) e improvisación, te ha llevado a experimentar cosas que jamás habías esperado y dan como resultado el presente que respiras.

Sin embargo, algo te dice que no has hecho todo lo que te hubiese gustado hacer hasta el momento. Te arrepientes de no haber dado pasos que hubiesen enriquecido tu vida y descaradamente echas las culpas a las circunstancias de aquel momento.

Es por ello, que cuando tienes hijos, te empeñas en que a ellos no les pase lo mismo que a ti, que las decisiones que puedan y deseen tomar solamente dependan de ellos y no de su entorno. Pero son personas, como tú y como yo, y ellos son los protagonistas principales de sus vidas. Jamás deseaste que nadie manejase la tuya y, egoísta de ti, se te ha pasado por la cabeza dirigir las suyas.

Entonces es cuando aprendes que ellos hacen lo mismo que tú hiciste a su edad, y que no hay nada más bonito que ver como aquel muñeco que balanceabas en tus brazos intentando dormir hace años, es una persona que lucha por conseguir sus objetivos y se plantea nuevas metas.

Unas veces por envidia y otras por orgullo, terminas uniéndote a su ritmo, en la medida de lo posible, y te apuntas a terminar proyectos que dejaste a medias. Incluso, juntos, lográis superar malos momentos, como fue en mi caso la pérdida de la mujer de mi vida.

A mis 67 años reconocerás que tus hijos te han dado una buena lección y, desde la experiencia, te convencerás de que la vida no es más que una hilera de buenas sorpresas puesto que las malas no cupieron en el album de tus recuerdos. Y no precisamente porque te esforzaste en quemar aquellas fotos, sino porque lo que vino después hizo que esas fotos careciesen de importancia o simplemente se les fue yendo el color.

Cada día que pasa, y ya acumulo bastantes, me doy cuenta de que aún me quedan muchas páginas por escribir y que en un diario no puedes pasar una hoja en blanco.

Quién me iba a decir a mí que iba a ser hoy, peinando barbas de canas, cuando escribiese por primera vez sobre mis regalos de navidad, y en concreto, sobre el mejor regalo de navidad que me han hecho nunca. Y encima que éste iba a ser un regalo literario; Con lo que nos gusta que nos regalen libros, ¿verdad?

Como cada año, en época de navidad, desde nochebuena hasta reyes, reúno a mi familia en mi casa. Mi hijo, su mujer, mi nieta Sofía, el pequeño Raúl y mi braco. Montamos el belén y el árbol, decoramos la casa, nos contamos historias, nos gastamos bromas y disfrutamos uno por uno todas las tradiciones habidas y por haber.

Los niños se acuestan los primeros, mi hijo y mi nuera les siguen tímidamente y yo, el gran reserva de la casa, me quedo un rato en mi sillón, junto con Severus mirando a la chimenea.



Los pequeños pasos de Sofía avanzan por el pasillo hasta llegar a la puerta de mi salón y, avisado por Severus, me sorprendo y sonrío:
- Sofía, ¿no estabas acostada ya?
- Sí abuelo, pero no consigo dormir - miente mientras se quita las legañas - quizás si me cuentas un cuento...
- Ya, como todos los años, ¿verdad? Ven, sube y tapate un poco.

Y comencé:
- Ahora que me has dicho abuelo, me ha venido a la cabeza el cuento de la niña que vestía una capa de color rojo; la capa que más destacaba en aquel pueblo de la sierra y cuyo color chillón pronto acuñó el mote por el que se conocía a la pequeña...
- Caperucita Roja - interrumpió.
- Exacto.
- Abuelo, siempre me cuentas los mismos cuentos, déjame que por esta vez lo vaya contando yo.
- Adelante - respondí sorprendido.
- Caperucita roja. Una pequeña chica de mi edad, con una melena rubia perfectamente ordenada en dos trenzas que colgaban a cada lado de su cuello y con una pequeña afición a distraerse e interesarse por todo lo que cambiaba a su alrededor. Como aquel día que, avanzando por el camino del bosque, encontró un rastro de caramelos por el suelo.
- Pero ese cuento no es...
- Calla abuelo - me ordenó -. Una fila de caramelos de colores que se salían del camino, seguían entre las plantas, atravesaban la maleza hasta dar con una casa un tanto peculiar. Era una casa de ladrillos de chocolate y deliciosas tejas de azúcar. Caperucita no puedo evitar entrar para saber qué se escondía dentro, pero nada mas abrir la puerta, una jaula cayó sobre ella y se oyó una risa maligna resonar por toda la casa.
"Perfecto"- decía la bruja - "Tengo el ingrediente que me faltaba para poder hacer mi bizcocho de niño".
- Muy buena forma de pasar a Hansel y Grettel, jovencita.
- La bruja preparó todos los ingredientes, sin olvidar a caperucita, y los dispuso encima de la mesa. Pero en el momento en el que iba a encender el fuego, las paredes de caramelo comenzaron a temblar por la fuerza de un terrible viento que se había levantado de la nada. "Soplaré y soplaré", se oía desde fuera, "y de un soplido esta casa derribaré". Y acto seguido la casa se derrumbó sobre la bruja y sobre caperucita, que no sufrió ningún daño gracias a la jaula.

En este momento, mi pequeña nieta ya había logrado hacerme callar. Era yo el que escuchaba atentamente la historia, pese a saberlas todas.

- Caperucita tragó saliva - continuó -. No sabía qué era mejor, si terminar en el estómago de una bruja o de un lobo. 

El lobo sacó a la niña de su jaula agarrándola por la capucha y cuando tenía la boca abierta para comerse a caperucita de un bocado, sonó un golpe metálico que derrumbó en un instante al lobo cayendo caperucita al suelo de una forma bastante patosa.



"Levántese, levántese" - dijo una voz enfadada - "He visto chicas más hábiles, ¿de dónde viene usted?". "Vengo de la aldea, señor, me desvié del camino y acabé..."; "Ya veo donde ha acabado, jovencita, pero el problema que tenemos es el siguiente. Usted es una persona y nosotros somos enanos, y no podemos ser vistos por personas"; "Pues yo les he visto, señor, ¿cómo podría solucionarlo?";"Tendré que matarla";"¿No hay otra forma? ¿No podría olvidarlo?"; "Por supuesto que no, los humanos no son de fiar, pero creo que tengo la solución. Si usted viene a nuestra casa y me ayuda a poner algo de orden, podrá quedarse a vivir allí".

Viendo Caperucita que no le quedaba ninguna otra opción, se unió al grupo de seis enanitos.

- ¿Seis? - interrumpí indignado.
- ¡Ah no! ¡fíjate! si debajo de esta gran túnica está el séptimo. ¡Y mira que mono es! - corrigió Sofía con una sonrisa - "¿cómo te llamas?" preguntó Caperucita. "Mudito" le respondieron.

Tan pronto como llegaron a casa, todos, incluida caperucita, se fueron a dormir pues el día había sido intenso. Al día siguiente, Caperucita despertó al canto del gallo y se quedó sorprendida puesto que los siete enanitos ya no estaban en casa, se habían ido a trabajar.

"Qué descuidados"- pensó - "¡está todo por los suelos!". Tan pronto pensó el tiempo que tenía por delante hasta que volviesen los enanitos, se dispuso a recoger un poco la casa y encontró una lámpara de aceite. La frotó un poco, como en aquel cuento de las mil y una noches y esperó sin suerte a que saliese un genio.

"Ilusa" -sonrió de medio lado y dejó la lámpara en la estantería. "¿¿Ilusa?? un respeto, me llamo genio, caperucita". 

Rápidamente caperucita se giró y se sorprendió al ver a un señor vestido de árabe saliendo entre vapores de aquella minúscula lámpara. "¿De los que conceden deseos?". "Deseo, pequeña, uno solo, que estamos en crisis".



No pude evitar la risa tras lo que acababa de decir Sofía.

"Uno... pues... no se... me gustaría volver a la aldea, pero creo que les debo estar viva a los enanitos y no puedo irme de casa sin despedirme de ellos". "Entiendo" - exclamó el genio - "Si lo prefieres, puedes seguir mi sugerencia y escoger el deseo sorpresa". "¿Cómo funciona eso?". "Muy sencillo, te concedo un deseo que no sabes lo que es y que se cumplirá en un futuro". "¿cómo sé que se ha cumplido?, y ¿si no me gusta?". "¡Has dicho sí! ¡has dicho sí! apuntemos, una de sorpresa para caperucita. Nos veremos de nuevo, pequeña, adiós". Y con la misma velocidad, el genio volvió a entrar en la lámpara, sin dejar reaccionar a caperucita.

Años después, la noche después al cumpleaños de caperucita en el que cumplía la mayoría de edad, volvió a aparecer el genio de la lámpara. "Te diré el plan de la noche, caperucita. Vamos a vestirte de gala, iremos a palacio al baile que organiza el príncipe que le toque en este momento, ya he perdido la cuenta. Con la condición de que a las 12 esté usted de vuelta en casita lista para dormir como de costumbre." - dijo atropelladamente el genio - "¿Estamos? pues vamos, que no hay tiempo que perder".

Caperucita se guió por el genio y llegaron a palacio. Tras una generosa cena, comenzó el baile del príncipe con las invitadas. Allí estaban todas las jóvenes que aspiraban a conquistar al príncipe vestidas con sus mejores telas. Pero caperucita destacaba entre todas ellas, pues iba mágicamente vestida y todo el mundo sabe que la magia, supera a la realidad.

En el momento en el príncipe bailaba con caperucita y mientras sus miradas no se separaban ni un instante comenzaron a tocar las 12 campanadas y caperucita, sorprendida, huyó corriendo de palacio para poder cumplir con la condición que el genio le había impuesto.

En su huída, caperucita tropezó con unas raíces que asomaban en el suelo, con tan mala fortuna que se pinchó con unos espinos que le provocaron el sueño al instante.

A la mañana siguiente y de camino al trabajo los enanitos encontraron a caperucita en el bosque. Intentaron despertarla, pero caperucita había caído presa de un encantamiento del que no conocían la solución y creyéndola muerta, la introdujeron en una urna de cristal en un pequeño altar que construyeron al lado de la casa.

El príncipe no podía quitarse a caperucita de la cabeza y comenzó a buscarla por todos los rincones de cada una de las aldeas de su reino, sin llegar a encontrarla. 

De camino de vuelta a palacio, encontró una columna de humo que bien podía ser de una chimenea entre los árboles del bosque, recobró las esperanzas en un abrir y cerrar de ojos, hundió las espuelas de sus botas y corrió hacia la casa de los enanitos, encontrando la urna de cenicienta en el jardín.

Con lágrimas en los ojos, el príncipe abrió la urna y abrazó fuertemente a cenicienta, que se mantenía sin gesto ninguno. Retiró el cabello de sus mejillas y la besó. 

Fue en ese preciso instante y en el que cenicienta despertó con asombro y al mirar sus manos descubrió que una rana saltaba sobre ellas.

- ¿Cómo? ¿una rana? pero... ¿el príncipe se convirtió en rana? ¿Ese cuento no era así, no?
- Ese cuento, abuelo, es otra historia que te contaré otro día.
- ¿Y así me dejas? - respondí con una mezcla de asombro y enfado con tinte infantil.
- Buenas noches - me contestó Sofía con un beso. Y marchó a su habitación tan sigilosamente como había venido.


5 de junio de 2011

Vacaciones desfasadas


No miento si digo que trabajo durante 8 horas diarias entre semana delante de una pantalla de ordenador.

Pese a la limitada imaginación o excesiva incredulidad de algunos, a los que no debo explicaciones, yo también me quemo y necesito momentos en los que olvidarme de todo, pensar y sobre todo, dar rienda suelta a mis aficiones, que son muchísimas. Esto es algo de lo que me considero orgulloso.

Es por esto que decidí, porque sí, coger el coche un jueves santo e irme de vacaciones, pero no unas vacaciones típicas de semana santa, sino unas vacaciones desfasadas.  Y mi destino, que es el que tengo más a mano para desconectar, es un pueblecito de Galicia llamado Sanxenxo. Y allí me dirigí con mi coche. El plan era simple: Improvisar.

Solicité con un mes de antelación mis vacaciones en el trabajo:
- ¿Podría coger 5 días de vacaciones?
- ¿Cuándo?
- Pues en semana santa. Del 21 de abril al 2 de mayo
- ¿Qué días en concreto? Son unas fechas que pide mucha gente.
- La semana siguiente a semana santa.
- ¿Los cinco días?
- Sí.
- Ok, no hay problema. ¿Ya hiciste planes?
- No, todo sobre la marcha.

Se fueron acercando mis doce días de vacaciones, de los que sólo sabía mi destino y conocí los planes de mis padres para semana santa. Coincidiríamos en Sanxenxo los primeros días, que siempre es una buena noticia encontrarte con alguien al llegar y no tener que pasar directamente por el supermercado. Concidiríamos exáctamente una noche.

Por otro lado, ya en carretera, me crucé con mi prima, cada uno en su coche. ¡Ninguno sabíamos que el otro iba a ir esos días por Sanxenxo! Un mensaje rápido tras una parada para confirmar que era ella y mis planes se empezaban a formar. Me iba a encontrar a mis dos primas, sus tres primos y demás familia, y estarían allí desde el jueves hasta el lunes por la mañana. ¡Perfecto!

Nada más llegar, sobre las 6 de la tarde, subí mis maletas, saludé a mis padres y me bajé con el porta tablas al coche, para probar cómo se colocaba. Y de ahí, a ver el estado de las playas.



Un paseo hasta A lanzada, plagada de surferos, una visita rápida a Foxos, preciosa como siempre, a Montalvo, donde estaba mi profesor con sus dos golden retriever, Bali y Malúa, un paseito descalzo por Canelas, la playa donde intenté surfear algo del temporal en noviembre y donde me golpeé la cara con la tabla, y ya de vuelta a casa.

La sensación de llegar a casa después de comprobar las playas sin haberte metido en ellas tiene doble filo. Por un lado era la primera vez que las pisaba desde noviembre. Había planeado ir en diciembre, pero era imposible coordinar las fechas en mitad de todos los compromisos de navidad. Pero por el otro las predicciones mostraban unas buenas condiciones para el viernes, y me iba a desahogar agusto durante mis vacaciones.

Al día siguiente tormenta, que se fue calmando por la tarde. Así que avisé a mis padres, cargué la tabla en el coche y en el último momento se apuntaron venir a Foxos. Saqué la tabla, estiré y al mar con ella, mientras mis padres se quedaban al refugio de la lluvia en el coche. Me vino de perlas puesto que no me tuve que preocupar de las llaves del coche.

Volvía a vivir una de las situaciones que más me gustan. Sin móviles, sin ruidos, aislado en el mar de lo que ocurre en tierra y charlando con el otro surfista con el que compartía playa esa tarde. No soy el único raro de Madrid que conduce solo a Galicia a pasar unos días entre las olas.

De vuelta a casa, una ducha, un té, y a salir de fiesta por la noche, que los viernes prometen. Y prometió como también prometió la noche del sábado, en la que nos prometimos pasar el día del domingo tumbados en Silgar:

-Mañana, sin excepción, todos a Silgar a las 11:30. Comemos allí.
- Hecho! Tonto el último.

El domingo me dirigí a la playa a la 1 del mediodía, como hicieron todos, salvo uno que cumplió la palabra de llegar a las 11:30. El agua llamaba a los baños, y pasamos el día entre la toalla y el mar, empanadas, botellas de agua y alguna que otra resaca, que se iba diluyendo conforme pasaban las horas.

Unas cervezas de tranquis el domingo de despedida y a casa de nuevo. "Mañana es lunes", me dije, "Mañana terminan la semana santa para todo el mundo. Mañana empieza mi semana santa."


 

Y así empezó, ese mismo lunes, con un sol apasionante y una playa vacía. El único pero, las olas, nada para surfear, pero disfruté de la tarde nadando y leyendo en Foxos. Previamente bajé a tomar un tercio de estrella galicia a una terraza y, al ver a una chica con un portatil, me enteré de que había wifi. Cayeron algunos tweets y una visita a mi facebook para acordar el plan express del martes.

El martes por la mañana cogí el coche dirección Sada, para visitar a una amiga. Un par de horas más tarde después de salir, llegaba a Sada y me dirigí hacia su casa, perdiéndome incluso con GPS (Galicia es la Hitchcock española, experta en mantener el suspense) e intentando localizar donde estaban "Las casas azules de Meirás".

Visitamos sitios con los que me quedé alucinado, Sta Cristina de Oleiros y sobre todo Sta Cruz de Oleiros y terminamos viendo un poquito de Coruña antes de dejarla en su trabajo.

De vuelta hacia Pontevedrasurf que llevo en un foro, comentándome que se acercaría esa misma tarde a la lanzada a hacer skim (también llamado surf rompe tobillos, como muy bien experimentó hace poco). Plan al que decidí unirme nada más llegar, y en un primer intento de subirme a esa mini tablita, que nunca antes había probado, me marqué un vuelo sin motor realizando un giro de tonel a bastante velocidad sobre el que perdí el control nada más empezar a correr y que derivó en un choque de mi cadera contra la arena de forma bastante violenta. Esto me hizo pensar en ir con más calma las siguientes veces que lo cogí.

Como un pestañeo se levantó el miércoles. Mi sexto día de desconexión en Galicia. Si bien estaba por la mitad, parecía como si llevase un mes. Ni se me pasaba por la cabeza el trabajo, había estado disfrutando tanto lo que había hecho, que hasta sentía que me faltaba tiempo para hacer más cosas. Escribir por ejemplo.

El miércoles se levantó con un tiempo estupendo, como empezaba a ser habitual. No corría nada de aire, así que me preparaba para lo "peor", nada de olas. Por si acaso subí la tabla al coche, pero ni siquiera me preocupé de meter el neopreno. "Si hay algo es poco y el agua tampoco está mal de temperatura, así que para un rato corto da igual ir sin neopreno". Y acerté. Otra vez el mar plano, la tabla ni siquiera la bajé del coche. Pero esta vez me quedé hasta que se puso el sol.



La misma sensación de mar que tenía el miércoles se pasó al jueves. Y empezaba a cansarme tantos días sin poder subirme a la tabla. Esta vez bajé a la terraza de nuevo, pero con el portátil. Pedí mi estrella galicia y miré las predicciones de olas buscando alternativas. La cosa seguía sin pintar bien por la zona, no había buenas corrientes ni nada de viento a favor, pero al parecer el viernes sí que iba a haber algo más. Por si acaso, metí mis cosas en el coche, subí la tabla y me fui hacia La Lanzada.

En La Lanzada entraban muy flojas pero algo había. "Con estas condiciones entrará algo mejor en Foxos", me dije, y volví otro día más a mi playa favorita. Nada más llegar, una furgoneta que me resulta familiar y en la playa dos golden retriever que, al verme con la tabla bajo el brazo, me vienen a saludar. Eran Bali y Malua de nuevo, y en el mar, con un longboard, un tipo caminando hasta la punta de la tabla y vuelta para atrás. Esa misma tarde mi profesor, Pipo, también había escogido esta playa.

Aprovecho para hacer un poco de publicidad de la escuela donde me enseñaron los puntos básicos del surf:

Entré al agua con mi 7'2" y remé hasta ponerme cerca de la rompiente. Las olas eran bajitas y con poca velocidad, pero se podían coger, y el agua estaba mucho más caliente de lo habitual en esas playas. Allí eché la tarde, Pipo recogió al rato y yo me quedé en las olas con una chica del Grove que se metió animada al vernos en el agua.

En cuanto bajó la marea del todo dejé la tabla, pero tan estupenda temperatura merecía terminar el día allí, por lo que me quedé en la toalla y nadando.

A última hora apareció otra furgoneta, conducida por María, otra chica que vivía en Madrid y que aprovechaba pequeños puentes y vacaciones para practicar surf en Galicia. En solitario por supuesto. "Ya somos tres locos!!" pensé.


Como dije, el viernes pintaba bien y así fue. Bajé a la terraza de nuevo para preparar el plan del sábado y confirmar el estado de las playas. Volví a mi casa, comí y eché una pequeña siesta hasta las 5. El cielo estaba un pelín nublado, ya que, como viene siendo habitual, los fines de semana siempre se fastidian. Esta vez si que necesitaría el nepreno.

La Lanzada tenía unas olas perfectas, salvo el viento que era algo fuerte y dificultaba la remada pero, como siempre, la lanzada estaba llena de escuelas. 

Yo también soy muy novato. Casi no me levanto de la tabla. Pero no soporto tanta masificación, no me gusta arriesgarme a caer y la tabla siga una trayectoria que no puedo controlar pudiendo dar a alguien que tenga cerca. Y todos los novatos tenemos ese problema, necesitamos un espacio de seguridad. Un espacio para la seguridad de los demás, quiero decir, y más si mi tabla es de fibra, bastante dura.

Me decidí de nuevo por Foxos. Entraban bien y solamente eramos 2 personas, a la que se añadió una tercera después. Eché la tarde de nuevo, esta vez algo más solitario ya que al ser tan pocos cada uno estábamos en una zona. Terminé agotado de la remada pero con una buena sonrisa en la cara. Mis vacaciones se estaban arreglando, empezaron con el mar en calma y estaban terminando con días de surf. Ya no tenía la sensación que tenía el miercoles cuando veía que gastaba días de vacaciones y no los podía aprovechar en lo que realmente quería.

El sábado al mediodía volví a coger el coche, pero esta vez dirección Sada, de nuevo. Quería ver a toda la gente de allí. Algunos hacía años que no veía. Nos pasamos la tarde tomando cañas y después cenamos en casa de otro amigo de Madrid que subió ese fin de semana por un motivo familiar. Es una situación que disfruto muchísmo. Volver a encontrate con amigos despues de una larga temporada sin vernos y ponernos al día entre unas cervezas, continuando conversaciones como si ayer fuese el último día que os hubieseis visto.

Hice noche en Sada y por la mañana recogí las cosas para llegar a comer a Sanxenxo. 

Domingo, quién lo iba a decir, mi último día en Galicia antes de volver a Madrid. No había escrito nada, ni me había pasado por el ordenador ninguna foto, ni tantas otras cosas que me había planteado. No había tenido tiempo. Mis padres tuvieron una conversación con mi tío al principio de semana santa y mi tío pensó que 12 días en Sanxenxo solo iban a ser un aburrimiento. No lo fueron, en absoluto.

El tiempo en Sanxenxo por la tarde era nublado. El anticiclón que venía conmigo desde casi el principio de las vacaciones me daba la mano y se marchaba a la par que yo.

Sin mirar las predicciones volví a subir la tabla al coche, el neopreno que se hacía indispensable y puse rumbo a Foxos. 

Esta vez las olas venían con fuerza, remé con  ganas y me situé detrás de la rompiente. Charlé un poco con dos surfistas de la zona (uno de ellos, Mateo, francés, que trabajaba cerca de allí). Y conseguí ponerme de pie en 2 o 3 olas unos segundos. Un premio para mí.

Había llegado a esa playa a las 6 de la tarde. Eran las 9 y media de la noche cuando decidí salir del agua. Recogí todo, me quedé un rato mirando la playa y me volví hacia casa dejando atrás a algunos surfistas rezagados en la Lanzada.



Volveré. Volveré muchas veces, pero la última vez que vuelva será para quedarme.

15 de marzo de 2011

Liga Fantástica F1 2011 Vicisitud y Sordidez


Como viene siendo habitual ya en el blog de Vicisitud y Sordidez, este año también se ha organizado la correspondiente liga fantástica sobre el campeonato del mundo de F1. Somos varios amigos los que seguimos esta forma alternativa de apostar por la F1 y cada año vamos en aumento.

Como ya expliqué el año pasado en esta entrada De nuevo a las puertas de la F1 y en el 2009 en esta otra A dos semanas de la Fórmula 1, lo más importante para tener puntos son las polémicas que se crean alrededor de las carreras, en vez de las posiciones de los pilotos. Es decir que si alguien decide atropellar a sus mecánicos, se pelea con su jefe de equipo, choca contra su compañero o se deja bigote, sumará una buena cantidad de punto que le hará ascender hasta lo más alto de la tabla de la liga fantástica.

Podéis leer todos los detalles en la entrada correspondiente de Vicisitud y Sordidez: Liga fantástica de F1

Ahí también os explicarán el proceso de inscripción. Como es un poco lioso os lo intentaré explicar con capturas de pantalla para hacerlo más sencillo.

Yo llevaré en mi blog un recuento de los puntos de los conocidos que participemos, en el lateral derecho. Iré actualizándolo conforme pueda y conforme se publiquen los resultados en vicisitud y sordidez, para orgullo y vergüenza de los participantes. La del año pasado sigue publicada y tiene esta forma:



Los que estamos inscritos por ahora somos:

Nick Equipo Piloto 1 Piloto 2 Piloto 3
Dreamtwister Lotus Massa Barrichello Di Resta
Fuiks Williams Sergio Perez Karthikeyan Di Resta
L@MiSm@ Lotus Kovalainen Karthikeyan Glock
Letto McLaren D'Ambrosio Liuzzi Di Resta
Wolfman Mercedes D'Ambrosio Hamilton Di Resta
Zildyian Virgin Trulli D'Ambrosio Di Resta

Proceso de inscripción:

En primer lugar tenemos que saber que tenemos 500 créditos para gastar en un equipo y tres pilotos. La suma de los créditos que cuestan cada uno no debe superar 500 créditos nunca.

Los precios de los equipos son los siguientes:
Ferrari 250 créditos
McLaren 250 créditos
Renault 150 créditos
Williams 100 créditos
Red Bull 200 créditos
Virgin 250 créditos
Mercedes 150 créditos
Hisp-p-p-pania 300 créditos
Toro Rosso 100 créditos
Force India 100 créditos
Sauber 150 créditos
Lotus 200 créditos

En el caso de los pilotos:
Fernando Alonso 150 créditos
Felipe Massa 150 créditos
Lewis Hamilton 200 créditos
Jenson Button 100 créditos
Nick Heidfeld 50 créditos
Vitaly Petrov 150 créditos
Nico Rosberg 50 créditos
Michael Schumacher 200 créditos
Mark Webber 150 créditos
Sebastian Vettel 150 créditos
Jarno Trulli 100 créditos
Heikki Kovalainen 50 créditos
Pastor Maldonado 250 créditos
Rubens Barrichello 100 créditos
Timo Glock 50 créditos
Jerome D'ambrosio 100 créditos
Jaime Alguersuari 150 créditos
Sebastian Buemi 100 créditos
Adrian Sutil 100 créditos
Paul Di Resta 50 créditos
Kamui Kobayashi 150 créditos
Sergio Pérez 150 créditos
Narain Karthikeyan 200 créditos
Vitantonio Liuzzi 100 créditos

Vamos a la página del registro pinchando aquí y una vez que hayamos escogido nuestro equipo y los pilotos, nos dirigimos abajo del todo y pinchamos en Publicar un comentario, como señalo en esta imagen:


Ahora nos aparecerá una nueva ventana para insertar el comentario. Bajamos hasta abajo en esa nueva ventana y nos encontraremos esto:




En A introduciremos nuestro equipo y los pilotos seleccionados.
En B la palabra que aparece justo encima, en este ejemplo tendríamos que escribir monogi.


Si seguimos un poco más para abajo, podemos introducir nuestros datos personales, antes de darle a aceptar. Para ello los introducimos en estos campos:
Seleccionamos Nombre/Url, rellenamos el campo con nuestro pseudónimo y pinchamos finalmente Publicar Comentario.


Para que el registro esté completo hace falta repetirlo en esta otra página, que es la que va a llevar las estadísticas de la competición: HOJA DE INSCRIPCIÓN

En esa página pondremos el mismo nombre que en el comentario y seleccionaremos nuestro equipo y los pilotos correspondientes.


Tan solo nos falta rellenar estos dos últimos campos, que son los chungos:

Para ello nos vamos a la entrada principal de la liga fantástica, miramos justo debajo de todos los comentarios y pinchamos sobre "el más reciente"  y buscamos nuestro comentario. Éste es el mío:



Copiamos la fecha (en mi caso 15 marzo, 2011 11:16) en el campo FECHA del formulario. Pinchamos en la fecha del comentario y copiamos después la URL de la nueva ventana, es decir, esto:


en el campo Enlace al comentario EN EL ARTÍCULO del BOG.


Damos a enviar y ya hemos completado la inscripción. Suerte!!

Lágrimas y abrazos


Jueves 13 de enero de 2011... Concierto de Ellos en la sala Galileo Galilei.


Ya llevábamos mucho tiempo intentando quedar los colegas de la universidad para ver que tal nos había sentado el año nuevo, si habíamos crecido o se nos habían alargado las patas de gallo. Y la excusa en ese momento era ir al concierto de ese grupo, Ellos, en la sala Galileo Galilei.

Dos de nuestros quintos se fueron a disfrutar de ese concierto, mientras que otro compañero y yo quedamos en un plan algo más agradable (para mi gusto, por supuesto) que consistió finalmente en cenar en la cervecería L'Europe una buena bandeja de surtido de salchichas y unas refrescantes Kwak.

Tras cenar, nos fuimos hacia la sala Galileo para encontrarnos con el resto de gente, coincidir con Amaral en la barra y salir unas horas de fiesta.

Fue una noche grande, primero por el reencuentro después de unos meses de un grupo de amigos que solía verse muy regularmente, hasta una vez por semana y que llevaba por aquel entonces meses sin coincidir. El cenar en la cervecería Europa que escogí como alternativa ya por sí es un placer, el concierto para mis amigos lo disfrutaron como críos, el haber coincidido con Amaral y algunos el haber "charlado" con ella, las copas de después... se sumaron poco a poco a las razones por las que recordar con cariño (y con alguna que otra laguna) todo aquello que hicimos.


Pero hubo además una historia triste. Como esa historia secundaria que se esconde en las comedias, que le añade un punto de drama y que hace que cojas cariño al personaje secundario, o incluso al figurante.

Cuando íbamos de camino a la sala Galileo, vimos que se caminaba hacia nosotros una chica por la acera y comentamos, como hombres que somos al fin y al cabo, que dejaba ver una silueta bonita y una cara bastante agradable (No exactamente con esos términos. Os cedo la libertad de poner con vuestra imaginación palabras en nuestras bocas). Nos reafirmábamos conforme se acercaba con unas miradas insultantemente cantosas, pero sus carrillos brillaban de forma especial cuando por fin colgó el teléfono. Miraba al frente, con una curiosa congestión que apareció espontáneamente en su nariz, se limpió los ojos y me aparté hacia un lado cuando me crucé con ella.


Aceleró el paso y se perdió entre las luces intercaladas de las farolas.

Tanto mi amigo como yo cortamos instantáneamente nuestra conversación, continuamos unos segundos en silencio hasta que lo rompí diciendo:

- Me han entrado ganas de darle un abrazo.
- Pues sí, toda la razón del mundo.

Confieso que soy curioso, a veces en exceso, y eso puede llegar a hartar a otras personas, pero por otro lado me ayuda a aprender muchísimo. Saber el porqué puede pensar la gente de una forma y sobretodo qué se siente y cómo siente la gente me ayuda a tratar con esas personas y a reaccionar si alguna vez a mi me pasa algo similar.

El caso de esta chica se quedó tatuado en la cabeza. Esa llamada había tenido algo que provocó su disgusto, y hasta donde puedo indagar, puedo asegurar que no fue una discusión puesto que en ningún momento elevó la voz ni había rabia en sus movimientos al guardar el móvil. Podía ser una mala noticia como que se ha muerto su mascota, o enfermado un ser querido, o simplemente una mala nota en un examen. Podría ser su novio que cortaba con ella y era algo que ya sabían desde hace tiempo por enfriarse la relación, o incluso pillarle de sorpresa y tardar en reaccionar por lo mucho que le quería.

Lo único que se es que esa chica necesitaba un golpe de ánimo, y eso yo lo resumo en un buen abrazo. Esa chica necesitaba un abrazo, así que me puse en situación.

ESCENA 1. EXTERIOR. ACERA EN LAS PROXIMIDADES DE LA SALA GALILEO

Una chica se acerca hablando por teléfono, una mala noticia hace que reaccione con un lloro incipiente. Cuelga el teléfono y se cruza sollozando con Fuiks.

FUIKS
(intentando llamar su atención)
Ey perdona, ¿puedo hacer que te sientas mejor en 3 segundos?

ELLA
(confundida y limpiándose la cara)
¿Cómo? no tengo tiempo lo siento.

FUIKS
Te aseguro que lo vas a notar.

ELLA
¿Qué quieres hacer? No estoy para bromas!

FUIKS
Solamente esto.

Fuiks da un abrazo un abrazo a la chica mientras susurra una cuenta hasta tres. La chica confundida no sabe que hacer durante el abrazo y cuando logra reaccionar Fuiks ha se ha separado de ella.

FUIKS
(guiñándole un ojo mientras poco a poco continúa su camino)
Suficiente, espero que el resto de se te pase pronto y que estos 3 segundos te hayan ayudado. ¡Ánimo!

A mí me hubiese gustado ese detalle. Hay abrazos que te curan por arte de magia, incluso de personas con las que no tienes un grado alto de confianza. No se necesita dar todos los detalles para recibir consuelo o ayuda por lo que el cariño se puede recibir por parte de cualquier persona que esté dispuesta a dártelo sin necesidad de ser tu confidente. De hecho, hay muchas acciones de personas desconocidas que te pueden ayudar a arreglar un día. Ver una sonrisa en medio de tu aburrida rutina, un "gracias", un "hola", emocionalmente son ser un apoyo.

Pero la realidad es otra, y si te ponen un muro delante, por mucho que intuyas lo que puedes encontrarte detrás no te atreves a saltarlo. Ese muro se llama desconfianza y por desgracia la gente se mantiene a la defensiva.

Mi guión habría cambiado por completo, y se convertiría en algo así:

ESCENA 1. EXTERIOR. ACERA EN LAS PROXIMIDADES DE LA SALA GALILEO

Una chica se acerca hablando por teléfono, una mala noticia hace que reaccione con un lloro incipiente. Cuelga el teléfono y se cruza sollozando con Fuiks.

FUIKS
(intentando llamar su atención)
Ey perdona, ¿puedo hacer que te sientas mejor en 3 segundos?

ELLA
(confundida y limpiándose la cara)
¿Cómo? no tengo tiempo lo siento.
FUIKS
Te aseguro que lo vas a notar.

ELLA
(partiéndole la cara a Fuiks y largándose)
Déjame, gilipollas.

Una pena.

10 de febrero de 2011

Primos

"Primos", una comedia de Daniel Sánchez Arévalo.




Os mentiría si no os dijese que ayer fui al cine rodeado de dudas en torno a esta película que enumero a continuación:
  1. Vengo de ver hace poco "AzulOscuroCasiNegro", del mismo director, y me pareció un drama genial, lo cual me desconcertaba y me hacía pensar que, siendo tan bueno en dramas, en comedia lo más seguro es que flojease o por lo menos no llegase al nivel de los dramas.
  2. Es española. Me duele tener esta idea, pero desde hace mucho tiempo hablar de comedia española es hablar de desnudos porque sí y sexo gratuito, además de exagerar la cutrez como definición del personaje español de a pié. Estas son las fórmulas para atraer público a guiones vacíos.
  3. Sinopsis típica. Al protagonista le dejan tirado en el altar y sale en busca de su ex novia acompañado de sus primos (protagonista medio tonto y secundarios peculiares, el cachondo chulito y el pupas).

Con esto en la cabeza, y tras haber visto el trailer, el cómo se hizo y el principio que se presentó al festival notodofilmfest, me enfrenté a la pantalla blanca desde mi butaca.


Quim Gutiérrez en un genial primer plano, va hablando mientras se emociona en el altar. El plano general de la iglesia en su debido momento y el porqué del viaje es la carta de presentación en esta película. Empieza con ganas, el comienzo te tiene que dar la sensación de que estás ahí por algo y "Primos" lo consigue con creces.

Tras la introducción unos cuantos planos que me hicieron flipar con la fotografía. Juan Carlos Gómez, que fue quien la llevó esta vez, ha realizado un grandísimo trabajo. Se muestra Comillas de lejos, de cerca, desde arriba, desde abajo, encuadres perfectos en la mayoría de las ocasiones tanto del pueblo como de los personajes. En muchos de ellos dan ganas de pausar la película y quedarte un rato mirando. Sin embargo hay una escena que no me convence: En el momento donde Raúl Arévalo y Antonio de la Torre pelean antes de coger por primera vez el cadillac, para mi gusto, se quedó un poco a media distancia. Eso sí, de diez la escena de los Backstreet Primos, a medio camino entre película (por los planos del público) y videoclip.

Sonido bueno en general, incluyendo banda sonora. La escena de paquito el chocolatero me dejó un poco frío, me esperaba más contraste desde que Raúl oye la música hasta que la cantan, la orquesta se acerca y luego se alejan, y hay muy poca variación de volumen. Un premio para los tres protagonistas por su interpretación en el escenario, en especial la voz de Adrián Lastra es espectacular el final.

Guión, una de mis mayores sorpresas. El guión es estupendo, no es la famosa guarrada cómica española ni la colección de gags estúpidos de las comedias americanas. Tiene sus chistes, pero sin excederse, por lo que no hunde la trama como muchas otras películas. Por otro lado, quitando los chistes, hay tramas serias. La que más, la de Antonio de la Torre y Clara Lago que se muestra perfectamente y te convence de que lo que estás viendo no es comedia por comedia, sino que la película tiene muchas cosas que contar.


Todos los videos se han extraido del canal de la película http://www.youtube.com/user/primoslapelicula

Actores, ¿correctos? correctísimos. Los mejores Raúl Arévalo y Antonio de la Torre. De Raúl destaco el momento en que sube empapado a la casa de Clara Lago y su solo en el escenario con los Backstreet Primos. De Antonio de la Torre el encuentro en el bar con Raúl Arévalo, la conversación con su hija y el momento de la pesca.

Después de éstos, en calidad, llega Quim Gutierrez. Quim está excepcional en escenas como la inicial en la iglesia, pero no me convence en otras en la que parece que va a distinto ritmo con respecto a los demás actores. Un ejemplo es la escena donde habla con Nuria Gago mientras esperan el resultado del test, Quim habla a un ritmo mayor que Nuria. ¿Fallo del actor o de la dirección de actores? Por otro lado, cuando bajan de la casa hacia el pueblo y los primos debaten sobre el hijo de Inma Cuesta, Quim corta a Adrián unas cuantas veces, pero no entra a tiempo, sino que tarda y se nota.

Adrián Lastra está también a la altura de su personaje. Muy muy bueno en la mayoría de las escenas, sobre todo al principio cuando escapa por Comillas y en el escenario. Pero hay momentos en los que le falta aumentar el nerviosismo como hipocondriaco que es.

El resto del reparto no se queda atrás, Inma Cuesta tiene una actuación muy natural, Marcos Ruiz perfecto con su papel de pillo y (mini) hipocondriaco, Clara Lago borda un papel que considero difícil, el de inseguridad con su padre, Nuria Gago clava su papel y por último Alicia Rubio que también se muestra excepcional y a la que solo saco un pero: que fuese más histérica.

Por último, la dirección, correcta. Como dije antes hay un problema de ritmo con Quim que yo achacaría a la dirección de actores. Además de esto, en la escena de Adrián y Marcos en el barco pirata marea. Tiene muchos cambios de plano en poco tiempo, y, unido al movimiento del propio barco, se acentúa. Al final de la película ya sabemos que Adrián y Marcos son hipocondriacos, no hace falta que el público se sienta así en ese momento, en todo caso, cuando se quiere hacer sentir al espectador lo que siente un personaje, se debería hacer al principio, como presentación, no como conclusión.

Se me hacía lenta algunas veces en los primeros 40 minutos (lo digo de memoria porque no miré nunca el reloj en la película) pero después se centraba en el ritmo y se seguía mejor. Y también peca en las transiciones durante esos primeros minutos, en los que se hace tres veces de la misma manera, voz en off hasta mostrar la siguiente secuencia. A veces excesivo la duración del solapamiento.

Y en cuanto a cosas "malas", 97 minutos me parece una duración válida, pero 10 más la harían extraordinaria.

Son 4 pinceladas cortas frente al resto del metraje en el que se demuestra con creces la gran calidad de la dirección. Desde el principio hasta la (va con mayúsculas, subrayada, en negrita y cursiva) ESCENA DE LOS CRÉDITOS. Muchos seguimos masticando ese sobao.

Puntuaré, además, lo difícil que tiene que ser rodar esta película por Daniel Sánchez Arévalo, que en su diario de rodaje explicó su agorafobia.

Concluyendo y resumiendo todo lo que he explicado en dos dígitos, nota final: 7'8.

Este es el final de un rodaje bien hecho:

1 de febrero de 2011

Entre pitos y flautas, Mozart.

Rodrigo Cortés me ha picado. 

Ayer, a Rodrigo Cortés, director de la exitosa "Buried", se le ocurrió plantear una historia un tanto extraña a sus seguidores sobre Wolfgang Amadeus Mozart. Muchos fuimos los que dimos ideas para pasar un rato divertido y hasta se propusieron títulos como "Wolf! Gang! Bang". 

Esta vez, Mozart se defiende del ataque de los vampiros como puede, liderados, posiblemente por su archi enemigo Salieri. Para ello, Mozart cuenta con un arma muy potente que se esconde dentro de una pequeña pelotita similar a un huevo de Fabergé y que se lanza contra el contrario accionando un simple mecanismo. Este arma es una especie de mascota de forma similar a un pollo al que ha bautizado como Papageno.

A mi me entraban las ganas de actualizar el blog por momentos, y era una buena oportunidad, pero claro, eso sería robarle parte de la historia al señor Rodrigo Cortés.

Aún así, no me iba a quedar con las ganas de escribir. Me desplacé en la historia a un momento que quizás Rodrigo no se había planteado. Intentaré darle el formato similar a un guión, aunque blogger no me permita usar el "oficial", y mil perdones a los puristas si fallo como aficionado en mi primer amago de guión.

 

Se acercan las 7 de la tarde. Leopoldo busca a su hijo Wolfgang por toda la casa. Wolfgang se esconde en el retrete comunitario de la casa.

LEOPOLDO
(nervioso recorriendo la casa)
Wolfgang?! Wolfgang?! Por Dios, ¿dónde te has metido?

WOLFGANG
(susurrando, mientras piensa)
Si... la...sol... no, sol sostenido... eso es, sol sostenido

LEOPOLDO
(aporreando la puerta)
Wolfgang, ¿qué haces ahí? ¡llevas horas! Maldita sea.

WOLFGANG
(continúa susurrando)
Si, la, sol sostenido, la... la.... ¡do! perfecto. ¡¡Ahora voy padre!!

LEOPOLDO
Abre la puerta ahora mismo, Wolfgang

WOLFGANG
(apurado)
¡Un momento!

LEOPOLDO
¡He dicho que abras!

WOLFGANG
(abriendo la puerta y recogiendo papeles por el suelo)
Ya está, ya está, ya salgo, tranquilícese, padre.

LEOPOLDO
¿Se puede saber que hacías ahí dentro, Wolfgang? con tanto papel, déjame ver.

WOLFGANG
No, no está terminada, no...

LEOPOLDO
(arrancándole de las manos los papeles a Wolfgang)
¡Trae!

(Leyéndolos)
Aja... muy bonito... turca, ¿marcha turca? ¿pero donde tienes la cabeza? ¿a esto te dedicas? Se me ocurren mejores sitios que un retrete comunitario para componer, la verdad. ¿Y este dibujo de aquí? ¿Un pollo gigante?

WOLFGANG
(nervioso e ilusionado)
¡¡Ese es Papageno!! Es genial, es un hombre pájaro, y tiene.. y tiene... bueno todavía lo tengo que escribir, y dibujar, pero es una historia muy buena. Tendrá una protagonista a la que persigue, y se rodeará de un mundo fantástico, y...

LEOPOLDO
(cortando a Wolfgan, enfadado)
Papageno... Papageno... Pa... pamplinas, ¿en qué tienes la cabeza Wolfgang? ¿Te burlas de la música?

(cogiendo de los hombros a Wolfgang)
Wolfgang hijo, la música es una cosa muy seria, la gente se emociona, entristece o se alegra escuchando grandes obras que se compusieron con gran dedicación, ayudados por clavicordios, pianos, órganos, gran cantidad de instrumentos, cuidando cada uno de los detalles y rozando la perfección. Horas, horas y horas, pensando cómo resolver un final, un enjambre de ligados, puntillos, ritmos, matices, tonalidades, voces!!! Una gran obra, Wolfgang, no es un juego de niños como tú. Los niños inventan historias sin sentido como diversión, escapando a la realidad. Una ópera, teatro o juego de marionetas como ese estúpido pollo, Papaneto, o como se llame...

WOLFGANG
(interrumpiendo)
Papageno

LEOPOLDO
(cortando a Wolfgang)
Lo que quieras, un pollo no refleja emociones que la gente pueda sentir. ¿Cómo expresarías el amor, el odio, la amistad, la desesperación, la ilusión o la cobardía con un muñeco de pico rígido y que se mueve a trompicones, Wolfgang? No pierdas el tiempo con historias de críos que no llegan a ninguna parte. Estás creciendo, Wolfgang. A tu edad deberías interesarte más por la realidad que andar jugando. No te puedes dedicar a clavar cáscaras de pistachos y cacahuetes a una patata toda tu vida. Es divertido, pero ese señor don patata no te dará de comer ¿No te parece?

WOLFGANG
(triste y girándose)
Lo entiendo...Está bien, está bien. Lo aparto. Seguramente tenga razón, padre. Es una idea demasiado infantil. Debería dejar de lado los cuentos y los juguetes...

Wolfgang se aleja por el pasillo. El reloj de cuco marca las siete de la tarde.

LEOPOLDO
(sonríe, pero al oír al cuco se le ocurre una idea y se marcha susurrando)
Juguetes... hummm... sí.. ¿por qué no completar la orquesta, con juguetes? ¡Ese reloj de cuco encajaría a la perfección! Oda a los juguetes, o mejor aún, sinfonía. Sí, mejor sinfonía de los juguetes. ¡Oh!

(buscando a Wolfgang de nuevo)
¡¡Wolfgang, Wolfgang!! ¿Dónde tienes tus silbatos? ¿Me los dejas?

25 de enero de 2011

Día agridulce del cine español


Estos días están siendo bastante emocionantes en lo que al séptimo arte se refiere. Si bien hace poco se conocieron los nominados a los Premios Goya de 2011, hoy se hicieron públicos los nominados a los Oscars y, entre estos últimos, se ha nominado por primera vez a un actor por interpretar un papel en lengua hispana en la categoría de mejor actor principal: Javier Bardem ha sido nominado por su papel en "Biutiful".

El cine español está bien representado en el extranjero, y esperamos que vaya a más, por los galardones recibidos últimamente por el mismo Javier Bardem (que con esta suma tres nominaciones), Penélope Cruz, Almodovar y por nominaciones como la del corto "7:35 de la mañana" de Nacho Vigalondo. Además, Vigalondo ha llegado a un acuerdo sobre su largo los "Cronocrímenes" hace unos días con la industria de Hollywood. Posiblemente su película siga los pasos de "Abre los ojos".

Personalmente creo que actualmente tenemos muy buenos actores en nuestro país que participan en producciones nacionales (como Tosar) o internacionales (como Bardem), y una cantera joven bastante prometedora que por ahora se hace hueco entre las series nacionales, desde "Amar en tiempos revueltos" hasta "El internado".

Hasta aquí las buenas noticias. Lo demás no han sido nada más que anuncios de medidas que se tomarán y que perjudicarán más si cabe tanto al espectador como a las producciones cinematográficas.



Desde que se anunció la ley Sinde, me interesé por las declaraciones de una persona que yo situaba como uno más del carrito oportunista de turno. Se trata de Álex de la Iglesia, director de la Academia de Cine (todavía).

Álex, al principio defensor de la ley propuesta, se vio metido en una discusión vía twitter sobre los detalles de dicha propuesta, pero en vez de defenderse al modo Alejandro Sanz, tuvo una actitud dialogante y razonada con sus contrarios. Este es el motivo por el cual me hice seguidor de Álex de la Iglesia en twitter.

A partir de ahí, Santiago Segura se incorporó a twitter arrasando con todo (en apenas unos días ha superado mi número de tweets y eso que llevo escribiendo desde hace unos 8 meses) y obviamente, le seguí. Vigalondo (twittero empedernido, con muy buenas aportaciones como las de las webs de películas online a bajo coste), Rodrigo Cortés (director de "Buried") y Daniel Sánchez Arévalo ("Primos") fueron las siguientes personas de este mundillo que agregué.

Lejos de ver aires de superioridad y chulería, me encontré con un grupo de amigos que suben fotos cada vez que se reunen, entre copas, buscando localizaciones o incluso en un taxi, como tú y como yo.

La ley sinde fracasó, se comió las baldosas del metro, se hundió, y era un buen momento para hacer una gran reforma en la Cultura.

Por una parte los interesados en que se reconozca su trabajo y no se regale y por otra, los usuarios de internet que se encuentran frente a una gran pared llamada censura y prohibición de contenidos.

En España el mercado es menor, se producen muchísimas menos películas que en Estados Unidos. La media de calidad, pese a lo difícil que es defender un guión visualmente, no convence al espectador y las ayudas al cine no parecen ser la solución como se pensaba en un principio.



Hace tiempo, un director de cine que impartía un curso al cual asistí, nos comentó que era preferible un presupuesto ajustado para quien comenzaba a hacer cine. Contar con limitaciones te hace discurrir más, te hace aprovechar más los recursos con los que cuentas, te lo curras más. Si tienes pensado rodar un atropello, con varios miles de euros puedes contratar a un especialista, comprar 3 coches iguales que destrozarás en el golpe y para unos cuantos petardos que den más impresión al espectador. Pero si tienes poco presupuesto rodarás varios planos detalle, un frenazo, una caída de un cuerpo inerte, o por ejemplo un plano general donde se ve un coche acercándose a alta velocidad justo cuando camina un señor por la calle y el atropello ocurre fuera de cámara, sin necesidad de gastarte tantísimo dinero en material.

Si hay un vídeo que me gusta sobre los recursos al rodar, es una lección de Nacho Vigalondo con la bat-bola:


Dado que regalar dinero público no me parece la solución le pregunté sobre una solución a medio camino. ¿Qué tal si aumentamos las subvenciones al cine español pero el 50% de la cuantía a fondo perdido y el otro 50% a devolver en X años? Por un lado fomentaríamos el cine de la misma forma que hacemos ahora, pero estaríamos buscando que el dinero se usase con cabeza, ya que tienes la responsabilidad de devolver el 50% del dinero prestado.

Cual fué mi sorpresa que Álex de la Iglesia me contestó al momento:
con el tiempo deberíamos prescindir del mecenazgo, y cambiar el tipo de financiacion. Es mi opinion. No la de la academia... la defenderé.

Las dos partes en discordia acordaron una reunión. Representantes de los internautas, abogados como David Bravo, contrastaban opiniones sobre el negocio del cine en la "nueva" plataforma, Internet. Álex de la Iglesia acercaba posturas y llegaba a un borrador donde se llegaban a proponer una nueva forma de resolver el problema, al nivel de los interesados.

Pero a la par, los dos principales partidos PP y PSOE, junto con el joker del estado, CiU, pactaban entre ellos como sacar adelante la ley que tenían pensada para proteger a los artistas. Una vez más, arreglar los problemas del pueblo sin conocer la opinión del pueblo.

Y es que... ¿cómo pretendes ayudar a alguien si no quieres escuchar lo que necesita?


La propuesta cae en saco roto y con ella, el mismo Álex, que dimitirá de su cargo tras la gala de la academia, que ojo, le ha premiado por el momento con 15 nominaciones para "Balada triste de trompeta".

Tras Álex, un asiento vacío, una propuesta que nunca llegó a ser leída y por ahora, un compañero que le sigue en su despedida, Santiago Segura.