15 de marzo de 2011

Lágrimas y abrazos


Jueves 13 de enero de 2011... Concierto de Ellos en la sala Galileo Galilei.


Ya llevábamos mucho tiempo intentando quedar los colegas de la universidad para ver que tal nos había sentado el año nuevo, si habíamos crecido o se nos habían alargado las patas de gallo. Y la excusa en ese momento era ir al concierto de ese grupo, Ellos, en la sala Galileo Galilei.

Dos de nuestros quintos se fueron a disfrutar de ese concierto, mientras que otro compañero y yo quedamos en un plan algo más agradable (para mi gusto, por supuesto) que consistió finalmente en cenar en la cervecería L'Europe una buena bandeja de surtido de salchichas y unas refrescantes Kwak.

Tras cenar, nos fuimos hacia la sala Galileo para encontrarnos con el resto de gente, coincidir con Amaral en la barra y salir unas horas de fiesta.

Fue una noche grande, primero por el reencuentro después de unos meses de un grupo de amigos que solía verse muy regularmente, hasta una vez por semana y que llevaba por aquel entonces meses sin coincidir. El cenar en la cervecería Europa que escogí como alternativa ya por sí es un placer, el concierto para mis amigos lo disfrutaron como críos, el haber coincidido con Amaral y algunos el haber "charlado" con ella, las copas de después... se sumaron poco a poco a las razones por las que recordar con cariño (y con alguna que otra laguna) todo aquello que hicimos.


Pero hubo además una historia triste. Como esa historia secundaria que se esconde en las comedias, que le añade un punto de drama y que hace que cojas cariño al personaje secundario, o incluso al figurante.

Cuando íbamos de camino a la sala Galileo, vimos que se caminaba hacia nosotros una chica por la acera y comentamos, como hombres que somos al fin y al cabo, que dejaba ver una silueta bonita y una cara bastante agradable (No exactamente con esos términos. Os cedo la libertad de poner con vuestra imaginación palabras en nuestras bocas). Nos reafirmábamos conforme se acercaba con unas miradas insultantemente cantosas, pero sus carrillos brillaban de forma especial cuando por fin colgó el teléfono. Miraba al frente, con una curiosa congestión que apareció espontáneamente en su nariz, se limpió los ojos y me aparté hacia un lado cuando me crucé con ella.


Aceleró el paso y se perdió entre las luces intercaladas de las farolas.

Tanto mi amigo como yo cortamos instantáneamente nuestra conversación, continuamos unos segundos en silencio hasta que lo rompí diciendo:

- Me han entrado ganas de darle un abrazo.
- Pues sí, toda la razón del mundo.

Confieso que soy curioso, a veces en exceso, y eso puede llegar a hartar a otras personas, pero por otro lado me ayuda a aprender muchísimo. Saber el porqué puede pensar la gente de una forma y sobretodo qué se siente y cómo siente la gente me ayuda a tratar con esas personas y a reaccionar si alguna vez a mi me pasa algo similar.

El caso de esta chica se quedó tatuado en la cabeza. Esa llamada había tenido algo que provocó su disgusto, y hasta donde puedo indagar, puedo asegurar que no fue una discusión puesto que en ningún momento elevó la voz ni había rabia en sus movimientos al guardar el móvil. Podía ser una mala noticia como que se ha muerto su mascota, o enfermado un ser querido, o simplemente una mala nota en un examen. Podría ser su novio que cortaba con ella y era algo que ya sabían desde hace tiempo por enfriarse la relación, o incluso pillarle de sorpresa y tardar en reaccionar por lo mucho que le quería.

Lo único que se es que esa chica necesitaba un golpe de ánimo, y eso yo lo resumo en un buen abrazo. Esa chica necesitaba un abrazo, así que me puse en situación.

ESCENA 1. EXTERIOR. ACERA EN LAS PROXIMIDADES DE LA SALA GALILEO

Una chica se acerca hablando por teléfono, una mala noticia hace que reaccione con un lloro incipiente. Cuelga el teléfono y se cruza sollozando con Fuiks.

FUIKS
(intentando llamar su atención)
Ey perdona, ¿puedo hacer que te sientas mejor en 3 segundos?

ELLA
(confundida y limpiándose la cara)
¿Cómo? no tengo tiempo lo siento.

FUIKS
Te aseguro que lo vas a notar.

ELLA
¿Qué quieres hacer? No estoy para bromas!

FUIKS
Solamente esto.

Fuiks da un abrazo un abrazo a la chica mientras susurra una cuenta hasta tres. La chica confundida no sabe que hacer durante el abrazo y cuando logra reaccionar Fuiks ha se ha separado de ella.

FUIKS
(guiñándole un ojo mientras poco a poco continúa su camino)
Suficiente, espero que el resto de se te pase pronto y que estos 3 segundos te hayan ayudado. ¡Ánimo!

A mí me hubiese gustado ese detalle. Hay abrazos que te curan por arte de magia, incluso de personas con las que no tienes un grado alto de confianza. No se necesita dar todos los detalles para recibir consuelo o ayuda por lo que el cariño se puede recibir por parte de cualquier persona que esté dispuesta a dártelo sin necesidad de ser tu confidente. De hecho, hay muchas acciones de personas desconocidas que te pueden ayudar a arreglar un día. Ver una sonrisa en medio de tu aburrida rutina, un "gracias", un "hola", emocionalmente son ser un apoyo.

Pero la realidad es otra, y si te ponen un muro delante, por mucho que intuyas lo que puedes encontrarte detrás no te atreves a saltarlo. Ese muro se llama desconfianza y por desgracia la gente se mantiene a la defensiva.

Mi guión habría cambiado por completo, y se convertiría en algo así:

ESCENA 1. EXTERIOR. ACERA EN LAS PROXIMIDADES DE LA SALA GALILEO

Una chica se acerca hablando por teléfono, una mala noticia hace que reaccione con un lloro incipiente. Cuelga el teléfono y se cruza sollozando con Fuiks.

FUIKS
(intentando llamar su atención)
Ey perdona, ¿puedo hacer que te sientas mejor en 3 segundos?

ELLA
(confundida y limpiándose la cara)
¿Cómo? no tengo tiempo lo siento.
FUIKS
Te aseguro que lo vas a notar.

ELLA
(partiéndole la cara a Fuiks y largándose)
Déjame, gilipollas.

Una pena.

2 comentarios:

.::hachiroku::. dijo...

Yo creo que te has olvidado de un gesto físico por parte de ella hacía ti, el cual no sería de cariño seguramente.

Piper dijo...

A eso que sentiste se le llama empatía y, según está el mundo, si tu reacción es empática lo más probable es que hubiese pasado lo segundo, que la chica no creyese que vas con buenas intenciones y que la cosa acabase un poco áspera. Pero... Aún queda gente que regala abrazos, ¿verdad. ;)