12 de marzo de 2012

Chronicle


Hace un par de días fui al cine a ver Chronicle. Una película de Josh Trank donde se cuenta la experiencia de tres jóvenes que adquieren superpoderes y juegan con ellos aunque a veces se les van de las manos.

Otra película de superheroes, pensé, pero esta vez, viendo el trailer, es diferente. La fotografía es diferente, es como si algunas escenas hubiesen sido grabadas con un móvil o una cámara de mano por alguno de los protagonistas. Todo el trailer muestra tomas donde los protagonistas se demuestran entre ellos lo que son capaces de hacer. 

Esto, para mí, puede ser un gran acierto. Una especie de Misfits adaptada a la gran pantalla. Otra película de superhéroes pero desde un punto de vista mucho más cercano y, entre otras críticas, la de Álex de la Iglesia calificándola como "la mejor película de superhéroes que ha visto".


Nos metemos en la película y conocemos a los tres protagonistas que llevan unas vidas bastante diferentes entre sí. Andrew es un joven introvertido debido a problemas familiares, que se reune todos  los días con su primo Matt, más sociable y racional, para asistir a las clases de instituto. Es allí donde Steve, un chico extrovertido, confiado y popular, se presenta para ser elegido presidente en representación de los alumnos.

Para mi gusto, ya en los primeros minutos se comete un error al centrarse tanto en Andrew y no saber apenas nada de Matt, quien será muy importante en la historia a contar. ¿Fallo de guión? ¿Fallo de dirección? ¿Fallo de montaje? Vayamos por partes.

El guión, pese a ser una historia típica (Meteorito -> proporciona poderes -> no los dominan -> los dominan y la cagan) llega a ser original por la forma en la que está contada, a través de los tres personajes que se alternan la cámara y también por las diferencias que hay entre ellos, alguno domina unos trucos antes  que los demás o los descubre antes. Y esto lo vivimos en primera persona. El guión es de lo mejorcito de esta película.

Con respecto a las actuaciones, el mayor protagonista, Andrew (Dane DeHaan), clava su papel. Matt (Alex Russell) y Steve (Michael B. Jordan) también cumplen con sus líneas de forma notable pero la película debería haberlos explotado más. Quedan por último 3 personajes secundarios que apenas gozan de minutos en la película, pese a ser bastante importantes. Son la madre de Andrew, el padre y la novia de Matt, Casey.

Del vestuario no hay nada que destacar. La ropa es actual, encaja con los personajes, su aspecto juvenil y sus personalidades, por ejemplo, Steve lleva ropa menos discreta que sus amigos, y es el personaje al que más le gusta destacar. Por otro lado, el maquillaje está muy bien conseguido en las heridas de Andrew.

Todo lo que he comentado hasta ahora han sido los puntos a favor de esta película. Los siguientes no es que sean todos malos, sino que pese a ser buenos, juegan en contra y se llevan mi mala crítica.

Empezando por los efectos especiales que son excelentes y espectaculares pero cansan. Son muchos y se enseñan todos durante unos segundos, como si hubiésemos pasado por un software de edición de video y hubiesemos probado todos las opciones del programa. Saturante.

La dirección falla en cuanto a ritmo. Hay escenas rápidas, hay escenas lentas pero las transiciones entre ellas son bruscas y desordenadas. ¿La única excusa para justificar esto? Que la película está rodada como si fuese un video amateur y como amateur que son, hay despistes y fallos de principiante.

Fotografía. Los planos son correctos, siguen bien la acción y gracias a estar rodada por los propios personajes, el espectador está dentro de la película. Por esa razón algunos planos marean (La cámara se cae, o la tiran). Un fallo (el primero de esta escena) es la conversación entre Matt y Casey en la puerta donde vemos a Matt defrente en el centro de la pantalla, Casey de espaldas a la derecha de Matt y el reflejo de Casey en un espejo al lado izquierdo. 

Bajo mi punto de vista esto es un fallo grande. Esta situación obliga al espectador a cambiar el punto de atención de una forma poco habitual. La forma natural e instintiva de una persona de seguir el hilo de una conversación es mirar al personaje que habla en cada momento. Habla Matt, miramos a Matt, habla Casey, miramos a Casey (en este caso su espalda). La atención funciona como un partido de tenis, dirigimos la mirada a la derecha de la pantalla porque Casey está ahí.

A la hora de añadir el espejo con la cara de Casey a la izquierda, obligamos al espectador a mirar al espejo en vez de a Casey de espaldas. La conversación entre dos personas pasa a ser ahora una conversación de una persona contra un espejo situado en el lado opuesto de la pantalla. Y no solo eso, tanto Matt como el reflejo de Casey están mirando al espectador. Demasiado trabajo para el espectador y excesiva distracción (y lo peor, no es la única en esa escena) como para seguir el hilo del diálogo.

Desengañémonos: para que el espectador se crea que la peli ha sido rodada por los protagonistas no es necesario que toda la película imite el estilo amateur. Estos detalles sólo son necesarios en los momentos en el que el plano sea lo más importante de una escena. En momentos donde el guión o la acción toma protagonismo, la fotografía es secundaria ya que no reune la atención del espectador, por lo que se podría haber utilizado un plano distinto, más cómodo y atractivo, sin romper la estética.

Montaje, en algunos casos un acierto, por ejemplo en el hospital. Es sencillamente brutal ver como Andrew se mantiene en la misma posición aunque haya cortes en la unión de tomas y el padre vaya variando de posición. Este efecto logra que el espectador entienda que ha pasado mucho más tiempo y ayuda a mostrar la gravedad de las lesiones. 

Pero en otras escenas, estos cortes y uniones entre tomas sin mezclar distintos tipos de planos terminan siendo exagerados y despistan al espectador. Y volvemos al caso de la conversación entre Matt y Casey. Los cortes entre tomas con el mismo punto de vista hacen perder el hilo de la conversación. Entre frase y frase ambos actores cambian por arte de magia de posición. Fallos de raccord intencionados por si se nos olvidaba que la película la rodaban un grupo de amigos.

En conclusión, una película entretenida y confusa con muchas novedades pero también muchos "peros" que me fuerzan a calificarla con un 6. Creo que la película no ha explotado todo el potencial que parecía tener el guión. O quizás, soy yo el que no haya entendido esta película.

Y por último, el enlace a su entrada en IMDB Chronicle (IMDB)