8 de octubre de 2008

Buscando en google a mis personajes

Tratando de no aburrirme y habiendo agotado todas las páginas de internet que se me ocurrían, incluida la sección económica de varios periódicos, una tarde, como muchas otras, se me ocurrió practicar la invención de personajes para mis historias.

No era la primera vez que me pasaba. Cogí un bolígrafo, mi cuaderno de tachones (que sería de mis historias sin buenos tachones) y me puse a pensar:

Veamos, los protagonistas,...humm una pareja,... edad adulta pero todavía sintiéndose jóvenes... pongamos unos treinta... él moreno, como yo... bueno no, mejor rubio que si no me iría a la auto descripción, y ella rubia.. demasiado iguales, borremos esto.. Empiezo, pareja, 30 años, él rubio, ella morena, llevan tiempo conociéndose y no saben dar el paso... bueno otra vez esa historia no, mejor están juntos y discuten, o mejor aún, no se conocen y no se llegan a conocer....



Treinta minutos después hay suficientes tachones en mi cuaderno como para jugar una partida de ajedrez por cada párrafo. Escribo a lo largo de la hoja "Jaque mate" y me retiro de la partida.

Estoy aburrido, sin ningún plan y mi vía de escape es el cuaderno que no hace más que retarme desde la esquina a escribir todo aquello que no soy capaz de inventarme. Y de repente una alarma suena en mi pc: Te ha llegado un email.

Qué querrán, ¿ofrecerme viagra? A mí, ¿a los 25? Mi interés a esta edad no debería estar en fármacos ya inventados sino en la experimentación con medicinas alternativas y naturales, pertenezco a una generación que se revuelve inquietamente, odiamos ser borregos, adoramos la independencia, ¿Quién demonios me envía esto? ¿Martín? ¿Qué Martín? Martín Alcázar pone de remitente, que obviamente es un nombre falso.

¿Quién anda detrás de Martín Alcázar?, cualquier chiflado aburrido que desea saturar los emails de hotmail. ¿Con qué propósito? ¿Pasar el rato? ¿La gente no tiene otra cosa que hacer?

No, desgraciadamente algunos no tienen otra cosa que hacer. Y para muestra yo mismo, empiezo a agradecer al Dr Martín Alcázar que me haya ofrecido medicamentos de esta forma, ahora lo primero que pienso hacer es buscarle una cara a este hombre y ocupar el tiempo que sin email habría perdido.

Abres google, un clic en imágenes y escribo: "Martín Alcázar"

¡Así que eres tu eh! me quedo con tu cara, que para nada tiene pinta de doctor, es más, no creo que hayas pasado un examen de universidad. ¿Has comprado el título de tu carrera? Seguro que sí, es más, te voy a decir como ocurrió.

Unos minutos mas tarde la historia de la carrera de Martín Alcázar está escrita. No hay lugar para correcciones, eres así porque yo te he hecho así. Te he descrito basándome en tu foto tamaño carnet y aquí tienes tu currículum.

Pero.... ¿y si Martín Alcázar es el de la foto de al lado? está celebrando su cumpleaños, parece feliz. ¿Por qué no puede ser un tío feliz que ha enviado un email a todo el mundo ofreciendo viagra con un agudo sentido del humor? Como diciendo: "Tu que estás en tu trabajo, olvídate 5 segundos de él, lee esta chorrada, sonríe, bórralo y continúa, te vendrá bien". ¿Por qué no?

Ahora mismo Martín Alcázar es el nombre de 6 personajes diferentes, cada uno de una edad y totalmente diferentes entre sí. Ha sido tan entretenido que hasta se me ha olvidado hacer la cena. Y todo por un email de spam, sin musas, sin sillón de iluminación y sin tener que beber.

(Maravilloso sillón de la iluminación encontrado en ffffound.com)

Esta historia me pasó hace bastante tiempo, no recuerdo si hace más de dos años. Propuse inventar vidas a partir de fotografías encontradas por el google en un foro de internet pensando que no tendría éxito. Dudaba si sería buena idea ya lo más seguro es que tarde o temprano aparecería el primer gracioso de turno con una ingeniosa contestación que enviaría el hilo al más profundo de los infiernos.

Fue una satisfacción ver la cantidad de gente que apoyó el plan. Surgieron decenas de historias cada cual más divertida e ingeniosa. Todas ellas merecían la pena, apenas 3 párrafos que te hacían sonreír o incluso aguantarte alguna que otra lágrima. Y no sólo sobre personas, también hubo gente que escribió sobre objetos, animales y sensaciones.

Desde entonces, cuando me aburro, si la música me lo permite, leo el correo basura. ¿Quién sabe si me va a ser útil?

1 comentario:

Lhotse dijo...

Eso es sacar partido a cualquier cosa! sí señor! muy ingenioso el tema