23 de octubre de 2008

Mi ataque de celos

Imagínate un lugar. Pones cuatro paredes, una barra llena de copas, botellas y grifos de cerveza. Enfrente unos platos con su DJ, las luces de colores se mueven por toda la sala y en lugar se llena de gente. La música se mezcla en la barra con los gritos de la gente intentando llamar la atención del camarero que se concentra en sacar melodías a base de chocar hielos dentro de las copas, como si nada fuese con él. O en su defecto, ella. O en su defecto, ello.

Mi chica es una de esas personas que aguardan en la barra y al lado un buitre, baboso o petardo parece intentar hacerle más amena la espera intentando entablar conversación con ella. Yo no soy celoso, mi novia tiene el mismo derecho a pasárselo bien con todo el mundo igual que lo tengo yo. Yo confío en ella, ella confía en mí. Eso sí, yo no confío en desconocidos.

Yo estoy sentado hablando con un amigo en la zona de las mesas, desde donde miro sorprendido cuál es la táctica del chico. Ella no ha girado la cara, no le está haciendo mucho caso, por ahora está bien, el chico se irá frustrado y yo me quedaré tranquilo y eso pasará...... ya! - pienso mientras chasco los dedos - er... ya! - chasco de nuevo - humm... ya?... - chasco por tercera vez - ..... mierda, se ha girado. ¡¡Y ha sonreído!! !!al pringao!!


La conversación con mi amigo se detiene, se ha dado cuenta de que estoy pasando de él y también de que estoy mirando a mi novia. Y ahora mismo él también está mirando a mi novia, y suelta un "joeeer..." tan tímido que se vuelve a esconder en su garganta antes de que nadie intente escucharlo. Tarde, lo he oído.

-¿Te pasa algo? ¿Le pasa algo a mi chica? ¿Por qué la estás mirando, tu no estabas contándome tus historias? ¿Por qué te paras? - le digo siguiendo lo primero que me dicta la cabeza.
- Tranquilo tío, pensaba que te aburría... bueno... como te contaba, para mí que le encantaría tener una mascota pero... - mi amigo corta su historia de nuevo y se vuelve a fijar en mi novia - oye, ¿ese chico no está demasiado simpático con tu novia?
- No, que va.....a ver si les sirven ya las copas...

Y ahí están, las copas. En dos minutos vendrá hacia aquí y habrá terminado el peligro.

(El punto 6 fallaría más tarde)

Cierro los ojos, giro la cabeza y sonrío a mi amigo, intento entablar una conversación pero antes de que empiece ya estoy fijándome de nuevo en el payaso. A ver, a ver..... les están sirviendo las copas... esto... ¿por qué hay tres copas? ¿Qué pretende, emborrachar a mi novia? Bueno por lo menos paga el, qué detalle, pero no parece que ninguno esté con intención de irse a su sitio.

Me mantengo alerta, sigo sentado en mi silla intentando que no se me note lo nervioso que estoy. Y en ese momento entra en acción un imbécil que me mira y me dice con voz nerviosa:
- Oye tío, ejjj que.... ejjj que te he visto... y he dicho, este seguro.... oye colega... ¿me das un pico?
- No, lo siento, tengo novia, soy heterosexual y estoy altamente convencido de ello, no regalo besos a los hombres.
- Jajaj, que cachondo eres, hermano... me refería a... pues eso...a polvillos, ya sabes...
- Que no hombre, ni besos ni polvos, que no soy gay, busca a otro.

Tras unos segundos, le doy otra vuelta a esta anécdota.
- !!Ah!! ¿que me estaba pidiendo droga? - le pregunto sorprendido a mi amigo.
- Si... te estaba pidiendo cocaína...
- Para mí que es un policía de paisano.
- Para mí que es un yonki que te ha visto nervioso.

Un desconocido colocado ha sido capaz de notar mi nerviosismo. ¿Para que lo voy a ocultar? Acabemos con esto de una vez. Mi objetivo, dejar las cosas claras.

(Ese mensaje se podía leer en las venas que se marcaban en mi frente)

Atravieso la pista de baile, golpeo a más de uno y de repente una muchacha me agarra y me da un giro. Veo que está borracha como una cuba, además de tener pinta de extranjera, me jugaría su cabeza a que es rusa (así si fallo no pierdo mucho). Bailo un poquito para parecer simpático y trato de huir, pero la chica se acerca, se pega a mi aplastando su escote y tapándose la boca me dice: "Yo zorra, tú cerdo". Ante semejante falta de respeto le grito "¡¡Borracha!!" y me voy.

A ver, - pienso - ¿Cerdo, por qué?... maldita rusa...

Continúo con mi objetivo y subiendo las escaleras de la pista hacia la barra caigo en la cuenta de que la chica me quiso decir "Ahorrra vuelvo".

Olvídalo. - me digo a mi mismo. - Tengo cosas más importantes en las que pensar, por ejemplo, ¿qué le hago al tonto?:
  • Saludo, le grito, le pego un puñetazo.
  • Saludo, le pego un puñetazo, le grito.
  • Le pego un puñetazo, le grito, saludo.

La tercera, por supuesto. Me acerco sigilosamente, rodeo con una mano la cintura de mi novia mientras le pego un pellizquín cariñoso y le doy un beso en el hombro opuesto.

- ¡¡Cariño!!, mira, este es Mario.
- ¡Ah!, encantado, yo soy Fuiks.
- Hola, Fuiks, encantado. No ha parado de hablar de ti.
- Es lo suyo, imbécil, soy su novio - lo iba a decir, pero solamente lo pienso. Sin embargo contesto - La verdad es que es un encanto de chica. Oye, cielo, ¿vamos con los demás? no se vayan a poner nerviosos.

Eva me da un beso, me responde un "claro" con su preciosa sonrisa y los celos se curan de golpe. Bebo un trago y nos despedimos de Mario sin provocarle ninguna hemorragia. Al fin y al cabo la tercera copa que pagó era para mí.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

bueno aqui voy con mi opinion que merece la pena:

es la 1 de la madrugada, tengo sueño, tambien tengo sed pq no me apetece levantarme a por agua, me duele la cabeza y tengo un catarro terrible

aun asi me he leido tu texto del tiron y me ha gustado!jajaj hasta me rei con algunas partes

asi que nada sigue asi, con ritmo!

por cierto, este comentario se merece al menos un little by little o un live forever, no?jajaa

Natalia Mallo dijo...

Q novia mas maja :P

Anónimo dijo...

genial,entretenida,y con picardia
bonita historia,creo que Eva se merecia un beso en cada hombro