20 de octubre de 2009

Porque soñar es gratis, y sonreír también

Que hoy me haya despertado a medio soñar, por malo que parezca, es una de las mejores cosas que me podían pasar.

Sí, tengo sueño, el móvil que me despierta rompió mi ejercicio de imaginación y seguro que se cargó la mejor escena con su maldito pitido, pero a cambio me ha dejado las ganas de soñar despierto. Por lo menos es una buena razón como para poder seguir recibiendo y mandando mensajes y llamadas, por lo menos, por hoy. Un buen lanzamiento de móvil hubiese acabado con mi tragedia matutina, pero me obligaría a pasarme la tarde escogiendo un nuevo teléfono.

Aprovechando los retales de esta desgracia diaria de despertarse, he venido caminando al trabajo escuchando a uno de mis artistas favoritos: El señor John Mayer. Y gracias a la música me he ido teletransportando a lugares en los que me gustaría estar.

El primero de todos ellos ha sido la cama, por supuesto, y bien acompañado si puede ser, con unos mimos que te arropen y una cara delante de ti de las que no hace falta despertarte para saber que la sonrisa de tus sueños la tienes delante con banda sonora de Charles Chaplin y voz de Michael Jackson... como en este video:



Y tras despertar, abrir las cortinas y mirar que la ciudad que se levanta contigo es ni más ni menos que Nueva York. Con sus calles y avenidas, cruzándose en cuadrados rotos por el verde de Central Park... o puestos a soñar, desentrelazados por el verde de Hyde Park y su Serpentine, donde se apoya, en una de sus orillas, el monumento de Alfonso XII del Retiro tan querido por las parejas de Madrid.

Bajar de la habitación y pasear por las calles de los alrededores, con sus cafeterías típicas de las cercanías del Sacre Coeur de París, mesa para dos, café y manta, para después pasar a la panadería de al lado, y disfrutar de los olores de la masa recién horneada.

Y todo esto en un lugar donde nadie te conoce y rodeado de almendros, como bien pudiera ser Tokio, sin los extremos de Lost in Translation. Donde se detiene el tiempo, o por lo menos lo manejas a voluntad.

Un sueño, al fin y al cabo, que empieza igual que acaba. A ritmo de John Mayer en su nuevo single: Who says.

4 comentarios:

Piper dijo...

Una pregunta… Facilita, que soy castaña… Si el que me despertó en vez de ser el móvil fue el perro y esto se viene repitiendo desde hace años, ¿puedo yo tirarle un zapato al perro por no dejarme soñar ni despierta ni dormida o…?

Dentro de nada, yo también me despertaré en “New York”. ^^

Fuiks dijo...

Pues yo, como no tengo ninguna relación con ese perro ni lo conozco.. te diría que probases :D

Lhotse dijo...

Que digo yo Fuiks que por qué co** hay blogs que no valen para nada y tienen tantísimos seguidores, y blogs como este no tiene 200 comentarios por entrada.

Desde que te leo has mejorado infinito. Es un auténtico gustazo leerte, así te lo digo. Me ha encantado viajar, aunque sea cerrando los ojos por Nueva york, madrid pero sobre todo... Paris.

Esto es arte.

Fuiks dijo...

Muchas gracias, sita Lhotse! Me encantaría que comentase más gente mi blog, sobretodo aquellos que me hablan del blog por msn, facebook, tuenti, sms y hasta llamadas.

De todas formas, si algún día llego a los 200 comentarios (Dios no lo quiera) no podría contestaros uno a uno! Creeme que eso me encanta.

Feel cool and keep on writing!