4 de mayo de 2015

Bali 2015: Vuelos de ida (Parte 2)

Dormimos lo que los nervios nos dejaron. Habíamos quedado a medio día en Barajas para facturar las tablas y coger el trenecillo hacia el satélite de la famosa T4, pero Javi y yo nos encontramos algo antes en el metro. Simple casualidad.

Una vez allí, sin desvelar todavía que nos marchábamos, me dio por echar un ojo rápido a facebook. Apareció una foto de otro amigo nuestro, Rolo, tomada minutos antes en la misma terminal.

- Rolo - escribí por el whatsapp
- Dime
- A donde vas? estás en Barajas?
- A Bali, estáis en Barajas también?
- Sí, dime tu vuelo
- Malditos malnacidos!

La casualidad también quiso que tanto Rolo y su amigo como nosotros cuatro viajásemos en los mismos aviones, en plural, dado que para llegar a Bali con Qatar Airways se hace escala en Doha de un par de horas.


Aprovecho para comentaros que para volar a Bali hay varias formas. Se puede realizar el viaje completo tanto con Qatar Airways como con Fly Emirates (las mejores en el caso de que llevéis tablas de surf), haciendo escala en Doha o en Dubai respectivamente y a veces una extra en Kuala Lumpur o Yakarta, o por el contrario volar hasta Yakarta y posteriormente usar otra compañía para el viaje Yakarta - Bali, puesto que es un vuelo bastante regular que se realiza varias veces al día por distintas compañías. En nuestro caso optamos por la segunda opción (los vuelos a Yakarta son bastante más baratos) y usamos Air Asia para comunicar Yakarta con Bali.

El vuelo Yakarta-Bali lo compramos con 4 días de antelación. ¿La razón? Air Asia y Lion Air tienen ofertas de última hora por las cuales puedes adquirir billetes muy rebajados si esperas al último momento. Dada la regularidad de los vuelos, no es tan arriesgado esperarse y muchas veces compensa el ahorro frente al vuelo directo a Bali.

Nos encontramos con Rolo entre los mostradores de colonias y perfumes del satélite, que es la entrada a la sala VIP y nos dirigimos a la puerta de embarque con ellos. Nos quedaban por delante muchísimas horas de avión que no nos atrevíamos a contar y mientras preparábamos las tarjetas de embarque para entrar en el avión, llegó un mensaje curioso al móvil de Javi:

Le informamos que su vuelo Air Asia Yakarta - Bali, previsto para las 19:30 ha sido retrasado y despegará a las 22:00.

"Será el de esta noche, con el cambio horario se habrán hecho un lío, no tiene sentido que retrasen el de mañana...." - y despegamos.


En los vuelos hacia el este hay que planificar bien el jet lag*. Habíamos pensado mantenernos despiertos en el primer vuelo, dormir en el segundo y mantenernos de nuevo despiertos en el último, aunque este no era realmente importante porque no era excesivamente largo.

La estrategia no funcionó. No hay combinación de películas y libros que te permitan mantenerte despierto durante un vuelo de alrededor de 8 horas, ni siquiera ofreciéndote comida, merienda, aperitivo y cena.

¿Os acordáis de lo que comenté del Nyepi en la entrada anterior? Este cambio de vuelo significaba no poder llegar a Medewi a tiempo, es decir, tener que quedarnos 24 horas encerrados en un hotel (si es que llegábamos, por el cierre de las carreteras). Teníamos dos horas para solucionarlo y estábamos escribiendo a través del chat de atención al cliente de Air Asia. Quedaron en llamarnos confirmando que podíamos cambiar los billetes, pero cuando esa llamada se realizó, nosotros estábamos volando en dirección a Yakarta.



Otra vez el mismo capítulo, alrededor de 9 horas de vuelo entre películas, bandejas con comida y libros, pero esta vez con el añadido de no saber si esa noche dormirás en un hotel o incluso en el aeropuerto.

Aterrizamos en Yakarta, corrimos al autobús para el cambio de terminar y literalmente asaltamos el mostrador de Air Asia. Teníamos la suerte de poder cambiar de vuelo sin coste añadido y encima a uno con despegue a las 18:00 cuando el original era a las 19:30. Avisamos a Budy, nuestro conductor, del adelanto del vuelo y subimos a la puerta de embarque.

Minutos más tarde, ya en la puerta de embarque, acabó nuestra alegría. De nuevo el vuelo de las 18:00 se había retrasado, con salida a las 19:35. Ni siquiera avisamos a Budy, ya no podíamos hacer más.

Volamos de nuevo durante una hora y media, más una hora de cambio horario y aterrizamos sobre las 22:00 en Bali. Allí estaba Budy esperándonos, cargamos el coche y le preguntamos:

- ¿Tú crees que llegaremos a Medewi?
- I hope my friend.

Hasta el momento habíamos cogido entre uno y tres metros para llegar a Barajas, un trenecillo para llegar al satélite, dos vuelos de larga distancia, un autobús de cambio de terminal, un vuelo de corta distancia y una furgoneta. Cerca de 30 horas de viaje calculándolo de puerta a puerta hasta llegar a nuestras habitaciones en Medewi, tras esquivar los actos religiosos**, pero al final lo conseguimos.


*) En los vuelos hacia el este el día es más corto, se suman horas, por lo que es conveniente generar sueño y dormir según la hora de destino. En cambio con los viajes al oeste al ser el día más largo si logras mantenerte despierto hasta la noche, el problema del cambio horario es bastante más llevadero.

**) Lo poco que pudimos ver desde el coche se trataban de bailes y actuaciones frente a estatuas similares a los ninots de las fallas, aunque de unos 3 o 4 metros de altura a lo sumo, que representaban las distintas deidades. Todas ellas se caracterizaban por posturas con mucho dinamismo, multitud de brazos y de cabezas y a menudo peleándose. Rara era la estatua que no estuviese en equilibrio sobre la punta de un solo pié.

No hay comentarios: